Magüestos, fiestas patronales y homenajes a mayores se juntaron este fin de semana en Gijón. Quizá el acto más llamativo, por ser el más novedoso, fue el "bicimagüestu" organizado por la asociación Asturies Con Bici, que consiguió reunir en el tendayu del Muséu del Pueblu d'Asturies a más de dos centenares de ciclistas, "casi el doble del año pasado", como aseguraron los organizadores.

Al icónico emplazamiento llegaron tras una ruta ciclista de 16 kilómetros a la que acudieron "ciclistas, mayores, niños e incluso perros, metidos en las alforjas". Tras ello, una vez en el tendayu. los participantes procedieron a degustar las tradicionales castañas asadas y sidra dulce, acompañado todo ello de bailes asturianos en una fiesta que supuso "un éxito total".

Mismo menú disfrutaron en la Asociación de Vecinos "San Julián" de Somió en su particular magüestu, que estuvo acompañado de una trabajosa esfoyaza en la que participaron todos los vecinos.

Aunque la tradición alcanzó su máximo exponente este fin de semana en Veriña, con motivo de la fiesta de San Martín. Tras la tradicional misa -a la que seguirá otra el próximo domingo en honor a los difuntos de la parroquia- y la procesión alrededor de la ermita, se procedió a la ya añeja rifa del cordero y del jamón, además de una subasta de productos asturianos.

La parroquia gijonesa de San Martín de Huerces celebró en el día de ayer el homenaje a sus mayores que, por primera vez, recayó en un matrimonio, el conformado por José Manuel Acebal Canal y María Luisa Álvarez Amado, hija de Lucinda Amado, "quien empezó la tradición de los callos que hacía en su casa y luego llevaba a la barraca y nunca había tenido un reconocimiento". Un recuerdo que ayer su hija y yerno "muy queridos en la parroquia" hicieron extensible a ella.