El Principado está negociando en paralelo la autorización ambiental del proyecto de baterías de coque de ArcelorMittal en Veriña con las inversiones necesarias para minimizar la contaminación en otras instalaciones de la factoría gijonesa, en particular el sínter A. Así lo explicó ayer la representante del Principado en la reunión del consejo sectorial de Medio Ambiente que se celebró en el Ayuntamiento, según indicaron asistentes a la misma. A la reunión de ayer no acudió ningún representante de la multinacional.
Tanto el Principado como el Ayuntamiento de Gijón tienen en marcha sendos estudios sobre el origen de la contaminación detectada en el barrio de El Lauredal, que en tres meses ya sobrepasó el tope de días con mala calidad del aire admitidos para todo el año por la legislación. En la reunión de ayer, como ya se hiciera en la del pasado mes de septiembre, las administraciones apuntaron directamente a Arcelor como probable origen de la contaminación. Algo que está pendiente de que se confirme con los pertinentes estudios, uno puesto ya en marcha por el Principado y otro encargado por el Ayuntamiento de Gijón.
La empresa Envira se encarga de estudiar el origen de las partículas contaminantes que se recogen en El Lauredal y en Monteana, tras la publicación en el BOPA el pasado viernes de la adjudicación de ese estudio por el Principado. Envira recogerá información durante cuatro semanas. Por un lado, tomará datos de las partículas contaminantes en ambos barrios de Gijón y por otro muestras de chimeneas y acopios de graneles en instalaciones de Arcelor, la térmica y la cementera de Aboño y El Musel. Luego tendrá otros dos meses para extraer conclusiones. El Ayuntamiento, por su parte, ha encargado a la Agencia Estatal de Meteorología un estudio sobre el recorrido, a la inversa, de las partículas recogidas por la unidad móvil estacionada en El Lauredal. Los estudios en marcha no lograron aplacar el malestar vecinal. Representantes vecinales se mostraron "frustrados" tras la reunión de ayer. Los de la zona urbana ya hablan de convocar movilizaciones, mientras que los de la zona rural plantean buscar el apoyo de todos los partidos políticos y de profesionales de la medicina.
Vecinos y ecologistas pidieron además al Ayuntamiento que prorrogue la estancia en El Lauredal de su unidad móvil de medición de la contaminación, para que haga mediciones en paralelo con la unidad móvil del Principado, que a partir de diciembre va a estacionarse al sur de la factoría siderúrgica. Quieren que se comparen los niveles de contaminación a un lado y a otro en función de la dirección del viento.
Los vecinos también han pedido medidas sobre el clínker que se exporta por la ampliación de El Musel, algo respecto a lo que el Principado señaló que estudia medidas para obligar al cubrimiento de esos acopios, algo que los vecinos también pidieron en su día para Ebhisa.
El representante de Xixón Sí Puede en la reunión planteó, en función del resultado de los estudios sobre el origen de la contaminación en El Lauredal, acudir al fiscal de medioambiente. Desde Ciudadanos se sugirió usar drones para detectar las nubes contaminantes de El Musel.
El Sahara
Según las fuentes consultadas, los representantes del Ayuntamiento vincularon, como ya habían hecho en la reunión de septiembre, la polución en El Lauredal a Arcelor como probable origen de la misma. No obstante, horas antes de que hubiera concluido la reunión, el Ayuntamiento difundió información previa en la que vinculaba los malos datos de calidad del aire registrado en ese barrio gijonés entre últimos de octubre y primeros de noviembre al polvo procedente de África (intrusiones saharianas) y a eso mismo unido al humo de incendios en el occidente, a los malos datos entre el 13 y el 19 de octubre.
