El cierre paulatino de las centrales térmicas que impulsa la Comisión Europea supondrá para el puerto de El Musel la pérdida de hasta el 20 por ciento de sus tráficos. Por la dársena gijonesa entran cada año alrededor de cuatro millones de toneladas de carbón con destino a las térmicas de Asturias, León y Palencia, y la ecuación es sencilla: si no hay térmicas no hay tráfico y la actividad se reduce. A partir de ahí se produce un efecto de onda expansiva reductora de la actividad económica asociada que los grupos municipales gijoneses temen y para la que reclaman soluciones.

Uno de los más contundentes en la denuncia es el portavoz del PSOE gijonés, José María Pérez, para quien "ya no se trata sólo de lo que pierde el Musel, estamos hablando de un polo energético muy importante que da empleo a un gran número de personas y todas ellas se verán afectadas, ya hablemos de que las térmicas funcionen con carbón nacional o con carbón de importación". Así las cosas, "lo que no puede producirse es un cierre acelerado de las térmicas como se está planteando en Lada porque tendrá unas consecuencias muy graves para la actividad económica de la región", pronostica Pérez.

Los socialistas recuerdan el efecto arrastre de una hipotética merma de los tráficos del carbón en El Musel: "el carbón exige un transporte y muchas personas trabajan en relación a ello, plantillas de las térmicas, trabajadores de mantenimiento y todos los empleos inducidos, toda aquella riqueza de proximidad que genera el gasto de las nóminas de los trabajadores del sector", enumera José María Pérez, quien insiste en el mensaje del presidente del gobierno del Principado: "al final estamos hablando de una reconversión industrial en la práctica, y estamos haciendo lo contrario a la transición a una energía más limpia que es lo que se pretende". Por eso los socialistas llaman a "reconducir los planes por el bien del conjunto de la economía local y regional", habida cuenta de que la espita de Iberdrola, que pretende acelerar el cierre de la térmica de Lada, puede hacer que otras empresas "tomen la misma decisión, y no podemos olvidar el peso que la producción de energía tiene en nuestra economía".

En una línea de futuro se muestra el gobierno local de Foro. El concejal de Desarrollo Económico, Fernando Couto, recuerda que el camino para evitar el cierre de las térmicas pasa por "fomentar la investigación y las nuevas tecnologías, estableciendo ayudas financieras para llegar al objetivo de reducir las emisiones", algo por lo que "Foro ha apostado por vía presupuestaria".

Las críticas al posible cierre de las térmicas y sus efectos negativos llegaron ayer también desde Xixón Sí Puede. Su portavoz, Mario Suárez, mantiene una postura de "combinar los dos tipos de energía, el carbón y la renovable, y antes de eliminar las térmicas generar suficiente empleo y alternativas de futuro", recalca, para evitar "salidas dramáticas". La marca de Podemos en Gijón afirma que "estamos hablando de una situación muy grave para el empleo de la región", agravada en el caso de Gijón por "un superpuerto sobredimensionado y empufado, lo que supone un eslabón más en la pérdida de empleo", denuncia Suárez.

Para el grupo municipal de Izquierda Unida "no puede haber decisiones apresuradas en un asunto con un impacto económico y social elevadísimo", recuerda Aurelio Martín antes de reclamar que se busquen "alternativas económicas, sociales y de empleo, teniendo en cuenta las consecuencias de pérdida de empleo que tendrá el cierre de las térmicas". IU no duda el calificar de "barbaridad" el plan de cierre de las térmicas habida cuenta de que "condena a las Cuencas y que llega al conjunto de la economía regional, como se ve en el caso de El Musel". Precisamente la asamblea local de IU acaba de aprobar un documento contra de la "descarbonización exprés" .

Pablo González, portavoz del PP, se posiciona desde una postura más prudente. "No podemos estar hablando del carbón en los mismos términos que hace 50 años y es una cuestión que afecta a Gijón pero también a toda la región", reflexiona, en aras de "una economía mucho más diversificada para no seguir atascados en una problemática recurrente" en la que "la clave es renunciar a la política del subsidio y apostar por la de la generación de riqueza ser un concejo atractivo de cara a la inversión". A corto plazo, sostiene el PP local, "creemos que el Gobierno está haciendo los deberes, se están tomando medidas para evitar la descapitalización industrial".

En parecidos términos se expresa Ciudadanos por boca de José Carlos Fernández Sarasola. El cierre de las térmicas y la caída de tráficos en El Musel es "algo que nos preocupa, pero hay que entender que tendremos que tomar medidas con el carbón", sostiene, en el marco de un horizonte temporal largo, hasta 2030, en el que Ciudadanos prevé que "haya margen de maniobra". En ese tiempo, "habrá que paliar esa merma de tráficos en el puerto de Gijón con otro tipo de tráficos, porque no podemos perder el peso del puerto". Entretanto, Sarasola llama a "ser prudentes y ver las medidas que adopte el Gobierno central", "sin olvidar la autopista del mar y los contenedores; no podemos quedarnos en un puerto monocultivo".