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PEDRO MIER | Presidente de la patronal de las empresas de tecnologías de la información y contenidos digitales

"Asturias tiene talento, le falta creérselo y apostar por las nuevas oportunidades"

"El sector regional tiene espíritu de arbolón, pero nos quedamos en bonsái porque nos ponen a crecer en una tierra con piedras y que se riega poco"

Pedro Mier, ayer, en la Escuela Politécnica. JUAN PLAZA

Pedro Mier (Gerona, 1952, hijo de padre asturiano) es el presidente de AMETIC (Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información, Telecomunicación y Contenidos Digitales) y miembro del Comité Científico Asesor de CTTC (Centro Tecnológico de Telecomunicaciones de Cataluña). Ha desarrollado una intensa actividad en el ámbito asociativo y de la defensa de la industria. Ha sido fundador y presidente de la Asociación de Empresas Españolas del Sector Espacial y de la Asociación Española de Nuevas Tecnologías, así como miembro de la Junta Directiva de la patronal catalana Foment del Treball y miembro del Consejo Asesor del Ministro de Industria y de la Ministra de Ciencia y Tecnología del gobierno de España en temas de desarrollo tecnológico Ayer impartió en la Escuela Politécnica de Ingeniería la charla "Experiencias de un teleco empresario tecnológico", un repaso por un sector que, tanto en Asturias como en España, "tiene que creérselo más".

- ¿Cómo está posicionada Asturias en el sector de las nuevas tecnologías?

-Asturias siempre está bien en recursos humanos, tiene buena gente, pero tiene que creérselo más y apostar más por las oportunidades. Tiene cosas muy buenas para el mundo al que vamos, hay muchos profesionales preparados, pero necesita más empresas, más convicción. Aun así, hay empresas muy buenas, de manera que estoy segura de que el futuro en este campo, si la región quiere, será brillante. Por eso es importante que la gente se anime.

- ¿Es una cuestión de inversiones?

-No. Es una cuestión de decisión, de creérselo y de querer apostar. El asturiano es muy capaz y muchas veces desarrolla su capacidad fuera de Asturias. Tenemos que conseguir que desarrolle esa buena capacidad que tiene también en el Principado.

- ¿Será el futuro del tejido industrial asturiano?

-Sí, y hacia el mundo al que vamos lo más importante y más en nuestro sector son las personas. Muchas empresas no requieren de grandes inversiones ni medios, pero sí necesitan gente. Las personas son un valor muy importante en Asturias y esta Escuela es un buen ejemplo de ello, de aquí salen muy buenos profesionales. Los ingenieros de nuestras escuelas a nivel general salen muy bien preparados, la pena es que muchos se van afuera. Está bien que lo hagan para coger confianza y experiencia, pero tenemos que conseguir en primer lugar que algunos se queden, y sobre todo, que otros vuelvan para hacer cosas en Asturias.

- ¿Cuál es la clave para lograrlo?

-Es una cuestión de confianza y decisión, además de voluntad. Y también tenemos que conseguir crear un entorno que lo facilite. No que lo subvencione, pero sí que lo facilite, que haga más fácil la vida de los emprendedores y que hay ánimo para generar la confianza suficiente.

- ¿En qué estado se encuentra el sector a nivel general?

-Este es un sector ahora mismo en plena explosión. Las nuevas tecnologías están en la base de toda la transformación que está sufriendo la sociedad, de manera que se nos abren todas las oportunidades. Pero riesgos también todos. Carencias también hay aunque se trate de un momento de crecimiento; es muy importante que la administración, el Gobierno, tenga una agenda clara, una estrategia más clara de la que tiene en la actualidad. Que apueste por este sector con contundencia. Pasa un poco como en Asturias: necesitamos confiar todavía más, regenerar nuestro tejido industrial porque tenemos para ello muy buena gente, muy buenos profesionales y lo que necesitamos es que se apoyen proyectos tractores que sean los que generen buenas oportunidades para que los buenos profesionales de este campo, que hay muchos, se queden y desarrollen sus capacidades en el territorio.

- Es un motor económico de primer orden...

-Claramente. Todos los sectores económicos están el pleno proceso de digitalización y la tecnología que está detrás de ese proceso es la nuestra. De manera que este sector es un elemento clave de la transformación económica y social.

- ¿Está el sector español preparado para asumir toda esa ola de cambios tecnológicos?

-Absolutamente sí.

- ¿Y en comparación con el resto de países europeos?

-Somos muy buenos. Los profesionales y las empresas somos muy buenos, lo que hace falta es que se genere un entorno que lo favorezca. Tenemos espíritu de roble, de gran arbolón. Y al final somos bonsáis, porque nos ponen a crecer en una tierra que se la riega poco, que tiene piedras. Hay que quitar las piedras, hay que abonar la tierra, hay que regar y veremos cómo salen unos robles admirables.

- Para usted que tiene genética astur-catalana, ¿cómo puede influir el proceso independentista en Cataluña en todo este despegue tecnológico?

-Todas las crisis son cambios. Y son buenas o malas en función de cómo se salga de ellas, de cómo se gestionen. El hecho de tener las dos vivencias, la asturiana y la catalana, me permiten ver las cosas con bastante ecuanimidad. Yo creo muchísimo en la diversidad y creo que si somos capaces de gestionar esto bien, que estoy convencido de que será así, será una oportunidad para todos de mejorar el entendimiento y salir hacia adelante. Lo que está pasando al final no es más que el reflejo de una insatisfacción social que se ve en todas partes. El propio cambio tecnológico va generando problemas en la sociedad. Pero si somos capaces de enfocarlo bien, será una oportunidad.

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