El final del proceso de presentación de alegaciones al reformado Plan General de Ordenación (PGO) y al revisado Catálogo Urbanístico se acerca y las voces críticas se alzan con más fuerza. Los integrantes de la Plataforma Ciudadana Contra el Muro de Cabueñes han convocado una asamblea para este viernes, a las siete y media de la tarde en las escuelas, con el objetivo de definir su estrategia de acción en este caso.
Si ya el PGO aprobado en el Pleno en febrero del año pasado no les gustaba, también les disgusta el documento ahora está a información pública tras una segunda aprobación plenaria. Su punto de partida es que "el muro no desaparece. Al contrario vamos a peor, ahora es un muro que baja y se expande".
El muro de Cabueñes fue el nombre que decidieron darle los vecinos al proyecto incorporado al último plan urbanístico diseñado por el PSOE -y que acabó tumbado en los tribunales como el anterior- y que favorecía la construcción de cerca de 600 viviendas de planta baja más tres alturas. Cierto es que esta operación como tal desaparece del planeamiento urbanístico pero a los vecinos de Cabueñes les salen un mínimo de 400 viviendas si suman las operaciones que se dispersan en las fichas referidas al Cabueñes residencial, la zona de la residencia sanitaria y el denominado Cabueñes Tecnológico.
A esas criticas suman los responsables de la Plataforma su criterio de que la evaluación ambiental está fracasada en lo que respecta a esa zona y sus dudas sobre los movimientos que se generan en el entorno del hospital, ahora en proceso de ampliación. Otro elemento que les plantea rechazo desde el PGO de febrero de 2016 es el desarrollo de una operación que favorece la construcción en el entorno de un vertedero de la parroquia alegando "permitir la satisfacción de derechos edificatorios presuntamente concedidos en el Plan General de 1983".
Al margen de las alegaciones al PGO también estudian presentar reparos al Catálogo Urbanístico en defensa del valor de las carbayeras del Infanzón.
