La comunidad escolar del IES Rosario Acuña salió ayer a protestar con paraguas. Los que simbolizan el techo que les falta en su centro: el de la pista deportiva. Esa por la que llevan esperando desde hace más de veinte años, como ayer dejaban claro desde el centro. "Necesitamos una pista cubierta para que el alumnado de nuestro centro pueda desarrollar las actividades correspondientes a la asignatura Educación Física y para que puedan resguardarse de las inclemencias durante los recreos", explicaban los promotores de la iniciativa, que cuenta como respaldo con una recogida de firmas que justo antes de la concentración se hizo llegar a la Consejería de Educación.

En la concentración de ayer, además de alumnado del centro participaron también miembros de la Asociación de Madres y Padres del Instituto Rosario de Acuña y personal docente y no docente, apoyados por representantes del Movimiento Social por la Escuela Pública de Asturias (MSEPA), el sindicato de educación SUATEA, la federación de madres y padres COAPA, e Izquierda Unida.

Las movilizaciones no se van a quedar en la cita de ayer, sino que está previsto que continúen en próximas semanas "hasta que se consiga un compromiso por parte de la Consejería de Educación", explican. El próximo jueves se ha convocado una nueva protesta a la que animan a sumarse "a cuantas entidades gijonesas y asturianas estén preocupadas por la escuela pública y por las condiciones que el alumnado de la misma se ve obligado a soportar día tras día".

La protesta escenificó el cansancio que acumula una comunidad escolar a la que siempre le ha costado y han sufrido para lograr mejoras en sus infraestructuras. Como recordaron en su carta al Consejero, Genaro Alonso, el IES Rosario Acuña ha sufrido una historia de estancias provisionales que en última instancia, pero hace ya veinte años, les llevó a ocupar las instalaciones del antiguo colegio público Evaristo Valle del barrio de El Polígono. Eso supuso, entre otras peculiaridades, que las dependencias de un centro de Primaria fueran acomodándose, no siempre con la celeridad que se necesitaba, a la particularidad de un centro de Secundaria.

"Es posible que seamos el único centro de Asturias de Secundaria que no tiene pista techada", se aventuraban a decir algunos miembros de la comunidad escolar. En el cúmulo de agravios, le recuerdan a los responsables educativos del Principado que incluso el gimnasio del centro está en un sótano y "a duras penas" cumple los requisitos de confortabilidad que debería tener un espacio así. El centro esperó años por una infraestructura que siempre se les prometía pero acababa relegada en las prioridades del Principado. Ahora, con el aviso de la Consejería que tampoco el próximo año será prioridad la inversión en la pista cubierta, la comunidad del Acuña ha decidido que tiene que protestar. Y la amenaza es que seguirán haciéndolo "por la dignidad de nuestros estudiantes".