El ruido es un sonido no deseado, molesto y/o perjudicial para la salud.

Los efectos del ruido sobre la salud van desde dolores de cabeza, hipertensión, cansancio, problemas digestivos, estrés o irritabilidad hasta la pérdida de audición.

Por ello, es conveniente utilizar protectores auditivos si estamos expuestos a entornos ruidosos.

Los protectores auditivos están especialmente diseñados para proteger el oído de posibles lesiones ante la presencia de ruidos de alta intensidad. Podemos diferenciar dos tipos: protectores estándar y protectores auditivos a medida.

Los protectores auditivos estándar, al no estar hechos a medida, pueden resultar incómodos o molestos, sobre todo en un uso prolongado, y no aseguran una correcta colocación. Estos protectores atenúan o disminuyen todos los sonidos ambientales, incluyendo la voz de las personas, lo que hay que tener en cuenta si hacemos trabajos en equipo o podemos estar expuestos a situaciones de peligro.

Los protectores auditivos a medida se ajustan al conducto auditivo y el pabellón de la oreja, por lo que la comodidad de los mismos es superior a la de los protectores estándar. Poseen filtros auditivos que se encargan de atenuar unas frecuencias o sonidos determinados, según el tipo de filtro. De esta manera podemos personalizar cada protector auditivo con el filtro adecuado según el ambiente sonoro donde lo usará la persona. Son utilizados en muchos de los trabajos cotidianos con presencia de ruido como en diversos sectores industriales, aeropuertos o también, por ejemplo, para practicar deporte como es el caso de los protectores para tiradores, cazadores, etcétera.

Existen diferentes formatos de protectores auditivos (tapones, orejeras, cascos antirruido y otros), fabricados con diferentes materiales. Su selección depende de la comodidad del usuario, el tipo de ruido, tiempo de exposición, tipo de trabajo o actividad, etcétera.

Es tu oído: protégelo, o lo perderás.

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