"Os quiero hablar de un tema serio y personal. Soy consciente de que hay problemas mayores, pero ésta es mi historia y siento que tengo que contarla". Así, con este encabezado, se ha lanzado la modelo gijonesa Sonia Santa Cruz a contar el caso de acoso que, según narra, sufrió a cuenta de un exnovio. Una historia de la que ha querido hacer partícipe a sus seguidores -más de 34.000 en Instagram- a través de las redes sociales.

"Estuve saliendo con un chico un tiempo: las cosas no iban bien, yo creía que no me trataba como me tenía que tratar. Como las cosas no iban bien, mi decisión fue dejarle y entonces, desde que le dejé, me mandaba mensajes a mí, a mi padre, a mi madre, a mi prima, a mis amigos, a mis amigas... Estuvo así varios meses, llegó a estar varios días esperando en mi portal y yo, saliendo por el garaje para no verle", cuenta en el inicio de su vídeo, publicado en Facebook e Instagram.

En su caso, la mayor parte del acoso lo sufrió a través del móvil y de las redes sociales, pero también llegó a ser presencial, cara a cara. "Le tenía bloqueado en whatsapp y redes sociales pero no servía de nada porque se creó un montón de cuentas falsas en Instagram, más de treinta, para insultarme, hablando mal de mí a la gente, comentarios...", asegura la modelo, que recientemente optó a ser chica Interviú.

"Entonces, un día en agosto, estaba en mi trabajo y él apareció. Venía él solo, a hablar conmigo. Pero me quiso abrazar y rechacé el abrazo. Me insultó. Ése fue el día en el que decidí denunciar", afirma la gijonesa, que, a partir de ahí, crítica la actuación del sistema español ante este tipo de denuncias.

"Después de tres meses de poner denuncia, en los que seguí recibiendo mensajes cada día de una cuenta diferente, en los que mi familia seguía recibiendo mensajes hablando de mí y de mis intimidades, de cosas que él, como mi pareja, sabía pero que mi familia y amigos no tenían por qué saber. En los que me dejó en ridículo varias veces y me amenazó con que iba a compartir información, y lo hizo. Me amenazó con que iba a hablar con gente de mi trabajo, de clase, de mi pueblo, de todos lados, y lo hizo. Un día me llegaban mensajes diciéndome que me quería, que era la mujer de su vida, que no me podía olvidar. Y otro día, diciéndome que me odiaba, que era lo peor que le había pasado nunca. Y aún así, no hicieron nada", lamenta la modelo, que entiende que las autoridades legales no le apoyaron lo suficiente.

"Quiero hablar de la Justicia en España, del machismo, y de lo poco que nos ayudamos las mujeres unas a otras. El día del juicio, ¿sabéis lo que pasó? Nada, no pasó nada. A él no le hicieron nada. Pedí una orden de protección. Había una jueza, una fiscal, dos abogadas... Cuatro mujeres. ¿Sabéis en lo que me ayudaron? En nada. Llevé todas las pruebas, una lista de testigos. Dado que no me daban la orden de protección, al menos reclamé una prohibición de comunicación. La fiscal estaba de acuerdo, pero la jueza tampoco la aceptó. La solución para ellas era: 'Si no quieres que te acose y que te siga escribiendo, bloquéale'. Es como eso de que si no quieres que te violen, tápate, no te pongas minifalda, no lleves escote... ¿Que si no quiero que un loco de estos me acose le bloquee?¿Treinta cuentas falsas tengo que bloquearle?", señala con tono de indignación la modelo, que ha querido hacer público su caso en un momento en el que se habla mucho del acoso machista, con el caso de violación de "La Manada" en el candelero y el Día Internacional contra la Violencia Machista muy reciente.

"También me dijeron que si no vienes con un parte de lesiones, con un ojo morado y demostrando que ha sido él, no tenías nada que hacer. Luego vemos el telediario y nos llevamos las manos a la cabeza y nos extrañamos de que maten a mujeres. Pero uno no llega y te mata; todas estas cosas pasan antes de que eso suceda", concluye diciendo la modelo gijonesa, que ha recibido multitud de mensajes de apoyo y de ánimo por haber dado el paso de contar su experiencia personal.