Se llama Nicole Barr, es británica, quiere estudiar Medicina y tiene mayor coeficiente intelectual que Einstein. Hasta ahí, todo "normal". Pero, ¿y si fuese gitana? Efectivamente Barr, de 14 años, es gitana. El director del colegio de Tremañes, Maxi Marín puso ayer este ejemplo en las jornadas organizadas por la Asociación Gitana de Gijón para demostrar la evolución del colectivo en la escuela. "Queda mucho por hacer, pero su situación se va normalizando", afirma Marín, que aprecia un avance sobre todo entre las niñas: "Tienen mucha fuerza y remango". Sin embargo, "a medida que van cumpliendo años, se percibe cierto distanciamiento", agrega. Pese a ello, ya no es raro que mujeres gitanas lleguen a la Universidad. "Yo estoy muy orgullosa; mi nieto de 18 años me ha pedido estudiar para ser abogado", dijo unas de las mujeres gitanas.