El mar lo traga todo: desde plásticos, redes y aparejos hasta cajas, metales y neumáticos. Pescadores de seis puertos de la región (Gijón, Avilés, Cudillero, Luarca, Llanes y Lastres) se han encargado de sacar a flote el vertedero invisible del Cantábrico. ¿El resultado? Casi 500 kilos de basuras pescados en una semana por unos 300 profesionales. Se trata de la primera recogida de residuos organizada en mar abierto en Asturias por la Autoridad Portuaria de Gijón bajo el lema "¡Mójate!". A la vista de su "gran acogida", el Musel se plantea extender la iniciativa a todo el año.

No obstante, el gerente de la lonja gijonesa, Simón Arrizo, asegura que los pescadores ya barren el mar todos los días. "Recogen sus desechos como hacemos en casa", afirma. "Son los primeros que quieren que su medio de vida esté en buenas condiciones", añade la directora de sostenibilidad del Puerto de Gijón, Mónica Arenales. Eso sí, hay veces que contra los golpes de mar no pueden luchar. El fuerte oleaje les arranca cajas de pescado, aparejos, redes, láminas de plástico y hasta puertas. Y todo eso va al fondo del mar, en donde nadie lo ve, en donde la porquería cae en el olvido. Precisamente este tipo de residuos, los generados por la propia actividad pesquera, es el que recogieron los pescadores del 18 al 26 de noviembre en el marco de la Semana Europea de la Prevención. "Ellos no tiran basura, se les cae", remarca Arrizo.

Buzos y pescadores

En la recogida no sólo participaron pescadores, sino también buzos y embarcaciones deportivas. Entre todos, consiguieron peinar el mar. "Los barcos de artes tradicionales suelen extraer plásticos, mientras que los de arrastre, al disponer de un aparejo que va hasta el fondo, sacan otro tipo de residuos, como trozos de cajas, botellas y piezas de metal", explica el gerente de la lonja de Gijón. A ello hay que sumar el trabajo desempeñado por los buzos en las profundidades del mar y de los pescadores deportivos, que se encargaron de recoger los plásticos flotantes.

La idea de organizar esta gran limpieza partió de la directora de sostenibilidad del El Musel, Mónica Arenales, a partir de un proyecto desarrollado en el puerto de Motril (Granada) por la Universidad de Cádiz. "Aquella iniciativa contó con fondos y la nuestra, en cambio, fue absolutamente voluntaria. Además, quisimos hacerla a nivel regional". En ella colaboraron la consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado, el Centro Oceanográfico de Gijón, la Demarcación de Costas en Asturias y Cogersa, que se encargó de instalar en cada puerto varios contenedores. Ahora el Consorcio para la Gestión de Residuos analizará los resultados para decidir si debe dotar a los puertos asturianos de un sistema especial de recogida.

El año pasado en Gijón varios buzos peinaron el muelle deportivo de Gijón para sacar todo tipo de basura, desde cristales, papeleras y hasta una batería de coche.