Aprender a tocar la guitarra será ahora más fácil gracias a un sistema de luces led y sensores. Encender y apagar una lámpara con un ventilador asociado de forma automática es ya para muchos pan comido, e introducir en los misterios de la programación a los profanos en la materia puede ser hasta divertido. Son los objetivos que ayer superaron con nota los 150 estudiantes de once centros educativos de Secundaria de toda Asturias en el concurso "Alcoa Young Talent Competition". Una cita celebrada en la Escuela Politécnica de Ingeniería para motivar por segundo año consecutivo a los futuros valores de las nuevas tecnologías, con resultados "más que notables", señaló el profesor Hilario López, uno de los organizadores del concurso financiado por Alcoa.

A lo largo de toda la mañana los grupos de estudiantes se repartieron en las cuatro modalidades de la competición. A saber: el diseño de un módulo robótico, la resolución de forma práctica y presencial un problema de automatización, la presentación de un proyecto integral en Automática o relacionado con la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas que se haya desarrollado en los centros educativos en los últimos dos cursos académicos y una competición con preguntas relacionadas con la ciencias y la tecnología usando la aplicación móvil "Kahoot!".

"Un poco nerviosos, y eso que llevamos preparándonos dos semanas repasando la materia", aseguraba un grupo de alumnos del IES Rey Pelayo de Cangas de Onís antes de enfrentarse al concurso de preguntas, guiados por la profesora Lourdes Álvarez y con el convencimiento de que "acertaremos muchas preguntas porque hemos estudiado mucho", en palabras del alumno Alejandro Compan.

A pocos metros, dos grupos del IES Jerónimo González de Sama se afanaban en la programación de una lámpara asociada a un ventilador que "tiene que encenderse pasados dos segundos después de pulsar un botón y apagarse cuando supere una temperatura de forma automática", señalan Mario Fernández, Abel Fernández, Rodrigo Álvarez y David Fernández antes de entregar su trabajo. "Fácil, es complicado programar pero lo estamos llevando bien", apuntan por su parte Ainara Torre, Chabeli Jerez, David Warzynski y Mario Suárez, entregados a la misma tarea.

Los alumnos del colegio San Ignacio de Oviedo, por su parte, se presentaron con una guitarra provista de sensores y luces led programada para aprender a tocar. "Las luces van insertadas en el mástil conectadas a una placa de Arduino que permite programar varios acordes", explica Juan Antonio Trobajo. Otro grupo de alumnos del centro diseñaron un sistema para aprender a programar en Arduino de forma sencilla, "para acercar a todo el mundo la robótica y la automatización".

Para ellos está tan cercano que el jurado tuvo serios problemas para decidir los premios. Al final, se los llevaron el Codema, el IES Jerónimo González, el IES Peñamayor de Nava, el IES de Candás y los IES Pando, Alfonso II y San Ignacio de Oviedo. Robotizados para el futuro.