Varios socios del Grupo Covadonga presentaron ayer un escrito en el club en el que muestran su rechazo a la manera de como está planteado el desarrollo de la asamblea prevista para mañana sábado en la que la directiva someterá a la consideración de los socios la compra de la parte de la finca La Torriente que aún no es propiedad del club y la petición de permiso para solicitar un crédito por importe de 1,4 millones de euros para pagar la compra.

Estos socios consideran que la votación durante al menos seis horas y en urnas contravienen los estatutos del club "ya que propicia el voto de socios que sin haber asistido a los debates lo emitan sin oportunidad de haber podido formar buen criterio sobre los asuntos objeto de votación". Según los remitentes "el presidente no está legitimado para imponer a la asamblea la forma en la que ha de votarse ningún asunto, ni el tiempo que ha de durar una votación, ni el momento que ha de celebrarse la votación ya que todas ellas son facultades de la mesa moderadora".

Para este grupo de socios no puede "utilizarse como precedente legítimo" el que se haya realizado de igual manera la asamblea del pasado 2 de septiembre "por contravenir las normas rectoras del club".

Así mismo presentaron otro escrito en el que se incluyen 33 peticiones o preguntas para que sean respondidas en el transcurso de la asamblea. Preguntas que realizan ante lo que consideran "falta inicial de información en asuntos relevantes para poder ejercer un voto ponderado dada la trascendencia futura de la decisión que hay que tomar en la asamblea". Estas preguntas versan sobre la finca que se pretende adquirir, el coste de la operación, la escritura de compraventa, la financiación externa o el impacto económico sobre las cuentas del Grupo.