Pablo Alonso Baldonedo terminó la carrera en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón hace apenas tres años y en la actualidad trabaja como ingeniero de investigación en el ArcelorMittal Global R&D Asturias. Ayer ofreció una conferencia en la Escuela junto con sus compañeros Guillermo Barquero Fernández y Juan Redondo Hernán titulada "Machine Learning & Deep Learning: Cómo funciona la nueva revolución digital", en la que se repasarán conceptos fundamentales así como algunas de las aplicaciones prácticas de estas técnicas dentro y fuera del sector industrial. Un conjunto de claves que transformarán los procesos productivos de arriba abajo en un plazo de tiempo no demasiado largo.
- ¿Cuál es la clave del funcionamiento de esta revolución digital?
-La clave principal es que hoy en día se está generando una gran cantidad de datos en toda la industria y en todos los aspectos. Y en todos esos datos hay muchísima información que puede optimizar todo tipo de procesos de producción y de ventas. Y hay muchas técnicas que nos ayudan, a partir de los datos, a entender qué potencialidades tenemos: cómo optimizar las ventas, cómo mejorar los procesos productivos de una manera que antes no se podía hacer.
- ¿Con qué herramientas contamos para ello?
-Son algoritmos que normalmente se conocen como inteligencia artificial o "machine learning". Algunos de estos algoritmos son antiguos, otros son más modernos, pero la gran capacidad de computación que tenemos hoy en día con los últimos avances en este campo nos permite manejar grandes cantidades de datos y ver nuevos patrones ocultos que a primera vista no se podrían ver.
- ¿Qué datos ocultos puede revelar el Big Data?
-De todo tipo, porque el Big Data se compone de los datos que generan los propios usuarios por ejemplo cuando hacen la compra y también de aquellos generados por la propia industria: las máquinas están monitorizadas ahora mismo y están generando datos de cómo están produciendo. Puede ser que no estén produciendo de manera óptima, y con estos datos podemos detectar patrones de fallos, por ejemplo, y aprender de ellos e intentar corregirlos.
- ¿Cómo se va a transformar la industria a corto plazo con todos esos datos?
-Es difícil hacer una predicción, pero el cambio puede ser bastante importante. Habrá procesos que podrán ser automatizados. Puestos para los que ahora mismo necesitamos a una persona y se podrán automatizar, como sucederá por ejemplo con las labores de inspección. Un ordenador se podrá encargar de ver si hay defectos o no de forma automática. Lo que haremos será optimizar aún más, hacer más eficientes las máquinas para que produzcan más en menos tiempo.
- ¿Qué papel pasarán a desempeñar los humanos en los nuevos procesos productivos?
-Toda revolución industrial desde la máquina de vapor tiene un impacto, pero si bajamos los precios de producción habrá más riqueza y habrá nuevos puestos de trabajo. Hay trabajos que sólo pueden hacer las personas, y eso siempre será así.
- ¿Está la clave en el reciclaje de las personas?
-Es posible. Pero el objetivo no es ni mucho menos sustituir al humano en el corto plazo. Simplemente se trata de ayudarlo a que sea más eficiente. Hay tareas repetitivas que ahora mismo nadie quiere hacer y hay gente obligada a hacerlas. Se trataría entonces de liberarlos de hacer esas tareas aburridas y permitirles la oportunidad de que puedan hacer temas más creativos. Además es favorece que ellos mismos sean más eficientes. Ahora la gente trabaja con una pala o un tractor, que antes no existían. Y eso les ha permitido ser más eficientes.
- ¿Estamos hablando de un nivel de competitividad cada vez más exigente?
-Hacia ello se avanza, se trata siempre de ser más eficientes, tanto para fabricar un producto como para venderlo o recomendarlo a las personas, así como para optimizar las máquinas. La competencia probablemente en el futuro sea de las empresas por conseguir datos. Esa será su fuente de valor; la que tenga más datos va a poder generar nuevos patrones para ser más eficiente y más productivo.
- ¿Cuál es la estrategia para conseguir más datos?
-Depende del tipo de industria; en las más tradicionales los datos ya los tienen, son sus propias máquinas. En industrias más modernas como las 2.0 la clave está en intentar ganar cuota de mercado. Facebook compró Whatsapp por los datos de todos los usuarios. Se trata de intentar dar un buen servicio para conseguir una gran base de usuarios y a partir de ahí conseguir datos. Por ejemplo como hace Google con sus mapas para conocer las ubicaciones de los usuarios.
- ¿Está la industria española preparada para afrontar la transformación digital?
-Yo creo que es un reto en realidad para todos, y vamos a estar ahí como todos los demás países.
