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BEGOÑA FERNÁNDEZ-COSTALES MUÑIZ | Presidenta de FEDA

"Al próximo presidente de FADE le pediremos que cuente con más mujeres en su consejo"

"No hay más empresarias por una cuestión cultural; a veces nos ponemos nosotras mismas los límites"

Begoña Fernández-Costales, en su oficina de Gijón. JUAN PLAZA

Begoña Fernández-Costales fue elegida el jueves presidenta de la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias (FEDA). Nacida en León y afincada en Gijón, se considera "asturleonesa" Es hija del gijonés Javier Fernández-Costales, catedrático de Derecho de la Universidad de León, y de la abogada Begoña Muñiz, De 39 años, casada y madre de dos hijos, es licenciada en Filología Hispánica y tiene másteres en Gestión Cultural y en Comercio Exterior. Trabajó en Ediciones Nobel, Du Pont, Obrerol y en una firma de telefonía antes de fundar Bepic Trading Spain, animada por otras socias de FEDA. Ha dicho que para las empresarias "es clave que escuchen nuestras preocupaciones y necesidades".

- ¿Cuáles son?

-La mujer ocupa un lugar en el mundo laboral, pero hay puestos directivos, consejos de administración y gerencias a los que parece que aún nos cuesta llegar. También queremos que la mujer sea más emprendedora.

- ¿A qué atribuye que haya menos mujeres directivas?

-Es una cuestión de tiempo. Hace años no era normal que la mujer trabajara. Poco a poco nos incorporamos al mundo laboral y ahora estamos en el paso de saltar a puestos directivos.

- ¿La mujer tienen más trabas para ascender?

-Nos cuesta, sobre todo porque somos las que tenemos hijos. Yo lo viví en primera persona, cuando me quedé embarazada de mi segunda hija. Siempre digo: "Estoy embarazada, no enferma; puedo seguir trabajando".

- ¿Considera la maternidad un freno para la proyección profesional?

-Claro. Queramos que no, muchas veces en una empresa buscas la productividad y a lo mejor piensas si la mujer coge la baja por una maternidad. Influye, pero debemos ir superándolo. Igual que la mujer puede coger la baja, un hombre se puede romper una pierna y estar de baja.

- ¿Hay menos empresarias porque tienen trabas o por cuestión cultural?

-Es cuestión cultural. Todavía tenemos miedo, existe el famoso techo de cristal. Es complicado, porque la mujer tiene más carga con el tema de los niños y a veces nos ponemos nosotras mismas los límites. Hay que espabilar y ver que se puede. Con mi segunda hija, estuve viajando a Guinea Ecuatorial hasta la semana 32 de embarazo, que es la última en que por ley puedes subir a un avión, y estuve trabajando hasta el último día; terminé de trabajar a las tres y media de la tarde y a la una de la mañana me puse de parto.

- ¿No es obstáculo?

-No. Yo creo que es una cuestión mental. Por eso tenemos que ayudarnos entre nosotras a romper esas barreras.

- ¿Hay brecha salarial entre directivos y directivas?

-No tanto como entre asalariados, donde es un tema histórico, porque la mujer se ha incorporado más tarde al mundo laboral y muchas veces el hombre cobra más por la antigüedad. En la dirección, los sueldos cada vez se están igualando más.

- El Gobierno quiere que las empresas informen por ley sobre los salarios de hombres y mujeres. ¿Qué opina?

-Me parece un punto positivo. Es como el tema de las cuotas. Yo creo en la meritocracia, pero para poder llegar a ese punto ayudan las cuotas.

- ¿Cuotas en las direcciones de las empresas, como hay en las listas electorales?

-Me refiero más a otros terrenos que al empresarial, en el que creo en la meritocracia; la mujer tiene que estar preparada para que se nos valore por nuestro trabajo. Tenemos que apoyarnos entre nosotras, pero con los méritos por delante para ganar el puesto.

- ¿Estamos cerca o lejos de la igualdad?

-Estamos luchando para estar cada vez más cerca.

- Un mantra que repite la patronal es que hay que contener salarios, ¿cómo se compagina con abogar por la equiparación?

-Tenemos un ejemplo que es el de los guardias civiles y policías con los mossos d'escuadra.

- Pero ahí hablamos de fondos públicos, porque son funcionarios. ¿Y las empresas?

-Es algo más complicado. No es un planteamiento que puedas llevar a cabo de hoy para mañana, pero sí que tiene que haber un punto de partida para, poco a poco, ir equiparando.

- ¿Podría hacerse por ley?

-Por qué no.

- ¿Mejor jefa o jefe?

-No lo puedo decir, porque todos mis jefes han sido hombres. Dependerá de la persona.

- ¿Cómo es de receptiva la patronal a los planteamientos de su organización?

-Estamos luchando para estar en el nuevo consejo de FADE, cuantas más, mejor. En el actual hay tres mujeres de dieciocho. Históricamente en Asturias somos muy industriales y parece que es un mundo más de hombres.

- ¿Qué pedirían al candidato que gane las elecciones?

-Elevar ese número, por supuesto.

- ¿Proponen algún número?

-El mínimo sería de cinco o seis. Es complicado porque el consejo lo forman en función de los diferentes sectores. Hay que pelearlo.

- ¿Objetivos en su mandato?

-Queremos enfocarnos mucho en las jóvenes que acaban la carrera y ayudarlos para que puedan labrarse un futuro como directivas o empresarias. Muchas veces necesitan experiencia, pero queremos ir abriéndoles los ojos. Además de luchar por que las mujeres estén en los consejos.

- ¿Qué hace su empresa?

-Exporta a Guinea Ecuatorial y a otros países. Equipamos edificios públicos y privados. Mis proveedores son, sobre todo, empresas asturianas. Acabo de llegar a un acuerdo con una firma de telecomunicaciones de Guinea para montarles doce tiendas con muebles hechos en Tabaza.

- ¿Cómo lleva la conciliación?

-Desde hace siete años voy todos los meses una semana a Guinea Ecuatorial. Cuando nacieron mi hijo Javi y mi hija Susana, su madre ya viajaba. Están acostumbrados, aunque les cuesta. La conciliación desde que trabajo en mi propia empresa, que fundé hace dos años, es muchísimo más fácil porque gestiono mi tiempo. Cargo casi todos los contenedores en Valencia y tengo que ir mucho allí y a Madrid; subo a mis hijos en el coche y me los llevo.

- ¿Alguna queja de El Musel?

-No. Es que la naviera sale desde Valencia y Bilbao. Desde Valencia es el trayecto más rápido. El día que pueda embarcar en Gijón, encantada.

- ¿Salimos de la crisis?

-Creo se nota ya una mejora no sólo en España, sino en Asturias. El mercado ha cambiado. Ahora ya no puedes esperar a que te llegue el cliente, tienes que salir a buscarlo. Y eso en Asturias hemos sabido entenderlo.

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