De todas las visiones del horror bélico producidas a lo largo de la historia, pocas son tan expresivas, tan profundas, como "Los desastres de la guerra", la mítica serie de grabados realizada por Francisco de Goya entre 1810 y 1815, con España sometida al invasor francés. Unas estampas que desde ayer se exhiben en la galería de Bruno Trelles, que ha puesto a la venta una serie completa de los grabados.
La serie, compuesta por 82 grabados, tiene su origen en el viaje que realiza Goya a Zaragoza, en octubre de 1808, para conocer de primera mano los sucesos asociados al sitio de la ciudad. La brutalidad de los invasores y la deshumanización de los contendientes causan una profunda impresión en el artista, que recreará en sus estampas las ejecuciones y torturas protagonizadas por las tropas napoleónicas, pero también ocasionales muestras de arrojo como la de Agustina de Aragón, protagonista de una estampa icónica: la titulada por Goya "¡Qué valor!", que en la posguerra española sería reproducida en todo tipo de soportes.
El influjo de esta serie de grabados es mayúsculo. Su herencia se puede rastrear en numerosas pinturas de los siglos XIX y XX, pero también en cómics y películas. Incluso ahora, dos siglos después de su realización, "Los desastres de la guerra" sigue vigente. Una muestra: en el tramo final de "Bone Tomahawk", el brutal western dirigido por S. Craig Zahler y estrenado en 2015, se reinterpreta de manera cruda la estampa "¿Qué hay que hacer más?", en la que un grupo de soldados franceses parte por la mitad, de abajo a arriba, a un hombre desnudo.
En vida de Goya, apenas se tiraron dos juegos de los grabados, realizados en aguafuerte. La primera edición se imprimió en 1863, por iniciativa de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Entre ese año y 1937, en plena Guerra Civil, se realizaron otras seis tiradas.
La serie que se pone a la venta en la galería de Bruno Trelles es de la sexta edición, fechada en 1930. "Ese año se tiraron cien ejemplares de la serie completa, este es uno. Pero es importante decir que no se van a hacer más, porque las planchas, tanto de esta serie como de los 'Caprichos', están guardadas, son piezas de museo", explica Bruno Trelles, que en 2013 ya expuso una serie completa de los "Caprichos".
La prevención respecto a las planchas se debe a que, con cada impresión, van perdiendo su contorno, se degradan. De ahí que las series de grabados sean limitadas, y que el valor decrezca.
Las estampas de esta serie, impresas en papel arches, tienen unas dimensiones de 27,5 por 37 centímetros, y el precio por cada uno de estos grabados de Goya es de 440 euros. "Los desastres de la guerra" permanecerán expuestos en la sala gijonesa hasta el 31 de enero.
