La iglesia colegial de la Inmaculada celebró ayer por la tarde la tradicional eucaristia en honor a su virgen. Multitud de feligreses se dieron cita en el templo gijonés para rendir culto a la virgen que ayer, 8 de diciembre, celebraba su festividad.

El padre Alfredo Flórez Cienfuegos-Jovellanos ofició la ceremonia religiosa, en la que también participaron profesores y alumnos del centro acompañados por sus familias.

El momento más esperado de la tarde llegó una vez finalizada la ceremonia con la apertura de puertas para poder disfrutar del tradicional belén colegial, en su primera jornada de exposición. Antes, los asistentes pusieron el punto y final a la misa con la entonación del himno centenario del colegio, compuesto por Ignacio Ramón Uría de Arístegui, profesor de música del colegio a partir de 1912. La canción que ahora se ha convertido en el himno del centro fue estrenado con motivo del 25º aniversario del centro escolar, el 18 de diciembre de 1917. Tras ocho años en desuso de 1962 a 1970 fue el padre Pedro Menéndez Cifuentes quien la recuperó, convirtiéndose desde ese momento de nuevo en el himno de la Inmaculada. Para Fernando Gómez este himno es "algo que nos representa a todos los alumnos y exalumnos del centro" decía. Lo mismo opinaba Sara Escandón, que además "no podía imaginar que el himno era tan antiguo". Eran cerca de las 21.00 horas cuando el padre Flórez Cienfuegos-Jovellanos bendijo el nacimiento elaborado para la presente Navidad.

El centro jesuita siempre ha creado elaboraciones muy trabajadas para la ocasión invernal. De hecho, en el año 2014 el centro recibió el reconocimiento de la Asociación Belenista de Gijón, que otorgó al colegio un premio por la creación belenística. "Siempre ha sido un motivo de orgullo, explicaba Julia Romero. La exalumna de la Inmaculada presumía de tener "uno de los mejores belenes de la ciudad". Nadie quiso perderse la obra. A pesar de los momentos de espera para acceder a la sala: "Da igual que tengamos que esperar veinte o treinta minutos porque siempre merece la pena. El resultado es extraordinario año tras año", declaraba María Antonia Hernández, mientras aguardaba su turno.

Para Inés Solís lo mejor de la obra es "no sólo el portal de Belén, sino también las figuras del entorno, como los animales, los pastores y otros elementos únicos". Una recreación "como pocas de las que se pueden ver en Gijón", añadía.

La obra belenística, en cuya creación también ha participado la "Asociación de Madres y Padres de Alumnos María Inmaculada" podrá ser visitada del 8 al 22 de diciembre de 9.00 a 21.00 horas; los días 23, 26, 27, 28, 29 y 30 de diciembre de 18.00 a 20.30 horas; el 2, 3 y 4 de enero de 18.00 a 20.30 horas y los días 8 y 9 del mismo mes de 9.00 a 21.00 horas.