Dos vecinos de Santurce (Vizcaya) vivieron una rocambolesca historia durante una noche de copas por Gijón, en abril del pasado año. Unos hechos, los acontecidos aquel día, que ahora le valen al menor de los dos hermanos, de 22 años de edad, una pena de dos años de privación de libertad.

La historia se remonta al pasado 24 de abril de 2016. Alrededor de las 05.25 horas de la mañana, el ahora condenado, E.B.P., se disponía a salir de un pub de la calle Rodríguez Sampedro de Gijón, en la zona de ocio nocturno de Fomento, con la consumición que estaba bebiendo en un vaso de cristal. El portero del local, J.J.F.G., de 47 años de edad, le dio el alto, explicándole que no podía salir al exterior con la consumición.

Fue entonces cuando prendió una discusión tras la que el encausado estampó al controlador de acceso el vaso de cristal en la cara, caúsandole heridas de diversa consideración en forma de lesiones y posteriores secuelas por los cortes. Los gastos de asistencia médica ascendieron a 252,16 euros.

Tras esa primera trifulca, y cuando parecía que la noche iba ya a tocar a su fin, dio comienzo la segunda parte de la historia, la más sorpresiva si cabe.

Dos personas, C. L. D. y G. R. A., tras tener conocimiento de la agresión al portero salieron en busca del encausado y su hermano, de 26 años de edad, con un supuesto ánimo de "venganza" por los hechos sucedidos. Así, alrededor de las 6 horas, les dieron alcance a la altura de la plaza de Italia, donde les agredieron, propinándoles puñetazos y patadas, que causaron lesiones de diversa índole a los dos hermanos.

Por todo ello, el Juzgado de lo penal número 1 de Gijón ha condenado a E. B. P. a dos años de privación de libertad por la agresión con el vaso de cristal al portero en la cara. Una pena que se vio reducida debido a que las partes llegaron a un acuerdo tras reconocer el encausado los hechos. El letrado solicitó la suspensión de condena, por lo que no entrará en prisión al no tener antecedentes penales y haberse hecho cargo de la responsabilidad civil.

Por la posterior agresión ambos hermanos tendrán que ser indemnizados por las lesiones producidas por C. L. D. y G. R. A., por una cantidad de 250 euros a E. B. P. y de 1.310 euros a su hermano, además de 215,30 euros al Servicio de Salud del Principado. Una rocambolesca noche que, año y medio después, llega a su fin.