El hospital de Cabueñes redujo ayer el sobreaforo que había acumulado por efecto del puente festivo y por la gripe que está en fase de evolución de la epidemia. Una reducción que permitió que las 16 habitaciones dobles que se habían convertido en estancias triples durante los días festivos fueran a primera hora de ayer reducidas a nueve.

En concreto, la mayor presión la sufren las unidades de ingreso de Traumatología y Medicina Interna, donde se concentra el mayor número de pacientes y donde también se ha tenido que recurrir a convertir en dobles algunas habitaciones diseñadas a priori como individuales. En concreto, en Cabueñes había ayer una veintena de estancias dobles de las que, en tiempos menos acuciantes, son individuales. Desde la Junta de Personal se admitía esa reducción de la presión, gracias a la apertura de la unidad que permanecía cerrada desde el verano, pero también se insistía en la necesidad de que la gerencia de Cabueñes y el Servicio de Salud del Principado refuercen plantillas y no dejen que la situación ahogue a los trabajadores, como suele suceder. "La misma gripe que sufre la población también la padece el personal, y eso ya de por sí es un hándicap para todo. Y si el hospital está con mucha carga de trabajo el problema es doble", indicaban a inicios de semana los portavoces sindicales.

Desde Cabueñes ya se ha trasladado a otros hospitales, como el de Cruz Roja de la calle Uría, la necesidad de elevar la coordinación para que no suceda que un centro tenga sobreaforo y otro esté más desahogado. La gerencia de Cruz Roja confirmaba ayer que están sobreaviso de que la situación es apurada en el área, con muchos ingresos derivados de la gripe, aunque no se ha llegado al punto de tener que suspender cirugía programada de lista de espera para albergar otro tipo de pacientes.

"El hospital está lleno, pero por ahora mantenemos la actividad quirúrgica porque son pacientes que tienen ya una previsión de ingreso y no está haciendo falta anular nada", comentó Pedro Herce.