Santiago Abascal, exdiputado en el parlamento vasco por el PP, partido en el que militó 19 años, es el presidente de Vox, formación política creada hace 4 años "para dar respuesta a cuatro crisis, la de valores, la crisis entre las instituciones democráticas muy dura en España; la económica y la crisis de unidad nacional", que a su juicio es la más grave.
- ¿Qué opina de las medidas que se han tomado ante la crisis de Cataluña?
-Se ha hecho tarde y poco. El artículo 155 tendría que haberse aplicado hace mucho tiempo. Es más, somos partidarios de que el artículo 155 se aplique a varias consejerías de comunidades autónomas que no están permitiendo la enseñanza en español; la de Galicia, la vasca, la de Baleares y la de Valencia. En Cataluña estamos ya ante un golpe de estado, ante la comisión de delitos gravísimos por parte de las autoridades catalanas, que además son los peores que puede cometer un representante público; prevaricación, desobediencia a los tribunales, malversación, usurpación de funciones y rebelión.
- Ahí están actuando los tribunales. ¿Y el plano político?
-La labor del gobierno es también impulsar la Abogacía del Estado, que tenía que haber interpuesto querellas, no sólo la Fiscalía. Vox viene sosteniendo, como acusación popular, las querellas contra Artur Mas desde 2015 y también presentamos la querella en el Juzgado 13 de Barcelona que dio lugar a todas las investigaciones previas al 1 de octubre. Pensamos que la vía judicial es muy importante, pero no sólo la acción de los jueces; también la de la Fiscalía, la de la Abogacía del Estado y la de la acusación popular que representamos nosotros. Digo esto porque la Fiscalía en su momento retiró las acusaciones de los más graves delitos contra Artur Mas, de malversación, porque sabía que conllevaba una condena de prisión. Se hizo por cálculo político. Eso ocurrió con el Fiscal General anterior a Maza. Por suerte, Maza no se dejó condicionar por los calendarios políticos. Más allá de eso pensamos que el artículo 155 tendría que haberse aplicado de una manera duradera y sin convocatoria de elecciones. Lo que ha hecho Rajoy es lo mismo que Puigdemont cuando declaró la independencia y la suspendió. Rajoy declaró el 155 y lo suspende con la convocatoria electoral, que casi lo convierte en papel mojado. Además, jugándose el futuro de Cataluña a un cara o cruz, porque puede pasar cualquier cosa el 21 de diciembre. El Estado ha demostrado que no fue capaz de controlar la situación el 1 de octubre y no tenemos la garantía de que sea capaz de controlarla el 21 de diciembre. Estas elecciones son absolutamente tempranas. Aún así, sabemos que la aplicación de un 155 contundente y del Código Penal no son suficientes para resolver el futuro de Cataluña, porque ha anidado la desconfianza y el odio entre los españoles y harán falta décadas para restaurar eso, recuperando la competencia de educación para el Estado. Si no, será imposible revertir la situación. Hay que ir a un referéndum nacional pero no sobre si Cataluña se separa o no, que no es discutible, sino si hay que recentralizar competencias.
- ¿Qué opina del indulto que plantea Miquel Iceta?
-El miércoles estaba Pedro Sánchez con Iceta y no le llevó la contraria, por lo tanto, avaló esas posiciones. Esa relación perversa entre el PSC y el PSOE, esa estructura federal que le da tantos problemas, es precisamente lo que el PSOE propone para España: Lo que hace daño a su partido lo quiere para el conjunto de España. Pedro Sánchez bromea sobre los bailes de Iceta, pero no es capaz de decir nada sobre algo tan grave como plantear los indultos. Nosotros somos partidarios de suprimir los indultos, sobre todo para los políticos.
- Ustedes y Ciudadanos coinciden en señalar que el Gobierno debió actuar antes.
-Ciudadanos llevaba reclamando el 155 un mes. Nosotros, dos años. El artículo 155 no es para el último momento, cuando el golpe se ha perpetrado; es para tomar el control antes y Ciudadanos no estuvo a la altura. Criticó las querellas que presentamos contra Artur Mas en 2015. Ciudadanos ha actuado también con debilidad en este terreno y además con muchas prisas, porque sí ha pedido el artículo 155 antes que el PP, pero exigiendo una convocatoria electoral inmediata. El 155 no era para hacer presidenta de la Generalidad a Inés Arrimadas, sino para que el Estado tome el control en Cataluña.
- ¿Apuesta por ilegalizar los partidos rupturistas?
-Sostengo que los partidos separatistas deberían ser ilegalizados, como sostenía por cierto el filósofo Gustavo Bueno. Pero soy consciente de que eso es imposible con la legislación actual y difícil con la cultura política española de 125 años de legalización de los separatistas. Pero sí es posible ilegalizar los partidos golpistas, que se convierten en organizaciones criminales para desobedecer las sentencias y para declarar la independencia. Estamos satisfechos con el último auto del juez Llarena que ya indica una nueva vía de investigación según la cual no se investigan ya sólo a personas, sino a las organizaciones que han formado parte del golpe y hace referencia a las organizaciones civiles ANC y Omnium Cultural y también a los partidos políticos CUP, PDeCAT y Esquerra Republicana. España no puede tolerar que esos partidos políticos sean legales.
- ¿A qué se refiere cuando habla de crisis de instituciones?
-A que seguimos aquejados de un grave problema de concentración de poderes en España. Los partidos políticos tienen un poder excesivo. Han secuestrado la principal institución de la democracia que es el Parlamento donde se vota en función del gesto que hace el jefe, no del compromiso con el elector. Y los partidos también tienen una gran capacidad de influencia sobre la Justicia, en la elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial, de los magistrados del Tribunal Constitucional. Pensamos que hay que ir a una gran reforma que acabe con todo eso.
- ¿Reforma constitucional?
-Sí, pero para hacer más España y que sea una nación de ciudadanos libres e iguales. No para que unos tengan un cupo o distintos catálogos de derechos según cada comunidad autónoma.
- La representación en el Congreso el PNV es fundamental para aprobar los presupuestos, algo que ha sido frecuente con los partidos nacionalistas.
-El sistema electoral de circunscripciones provinciales ha llevado a eso. Se hubiera evitado con una circunscripción nacional única o con la responsabilidad de los partidos nacionales, que tendrían que haber pactado entre ellos y no con los grupos separatistas, lo que ha sido nocivo para los intereses de los españoles. El cupo es un buen ejemplo; estamos ante un privilegio que es inaceptables y lo digo yo como vasco. Somos partidarios de la supresión del cupo.
- ¿Como valora el final del bipartidismo?
-En España no ha habido bipartidismo, ha habido un cuarteto de partidos, los dos de siempre, el PP y el PSOE, y los dos de nunca, los que utilizaban su presencia en las instituciones para su causa, el PNV y CiU.
- ¿Qué planteamiento tienen ante la UE?
-Está evolucionando hacia una integración federal que pretende disolver los estados nación. No estamos a favor de esa posición, que es la sostenida por el PSOE, por Albert Rivera y por una parte del PP encabezada por García Margallo. Creemos que Europa tiene que construirse de otra forma. Quizá no tenga sentido el Parlamento europeo. Europa podría funcionar con un gobierno de jefes de Estado y primeros ministros. No creemos en esta Europa que arrebata la soberanía de las naciones y que da la espalda a la verdadera identidad cultural de Europa, por la vía del multiculturalismo, que es la puerta abierta al caballo de Troya del islamismo.
