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JORGE SUÁREZ RIVAYA | Ingeniero informático del Centro de Innovación de Ford en Silicon Valley

"Los coches del futuro se comunicarán entre ellos para organizar el tráfico"

"Veremos vehículos sin conductor, pero el horizonte temporal para ello no está claro; todavía hay muchos retos tecnológicos que resolver"

Jorge Suárez Rivaya, ayer en Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

Jorge Suárez Rivaya, ingeniero senior del Centro de Innovación y Desarrollo de Ford en Palo Alto (Silicon Valley), lleva una década trabajando en Estados Unidos. Ingeniero Informático de la Escuela Politécnica gijonesa, continuó sus estudios en Empresa en la Universidad de Stanford. Estuvo varios años trabajando como jefe de desarrollo de Android en la popular empresa BlackBerry y actualmente es Ingeniero Senior en el Centro de Innovación y Desarrollo de Ford que se inauguró en 2015, especializado en conectividad, vehículos autónomos, experiencia de usuario y big data. Ayer ofreció en la Politécnica la conferencia "El coche conectado", aún con cautela en cuanto a la aplicación de los últimos desarrollos tecnológicos que llevarán a tener vehículos autónomos.

- ¿Cuál es el coche conectado?

-Es una parte de todo lo que está cambiando en la industria, es algo más que conectar el teléfono al coche. Tradicionalmente en la industria del automóvil los coches siempre han estado dentro de su propia cápsula, nunca han interactuado con el entorno y la industria siempre ha evolucionado desde dentro. Ahora mismo las tendencias mundiales están cambiando en cuanto a que existe un gran volumen de población de clase media, polución... que están haciendo que los coches tengan una necesidad de conectarse con todo lo que está a su alrededor.

- ¿En qué se traduce esa necesidad?

-En que en un momento determinado los coches podrán comunicarse entre ellos, podrán comunicarse también con la infraestructura, podrán ponerse de acuerdo para coordinar el tráfico, y se prevé que eso pueda reducir el tráfico en las ciudades, el número de coches que circulan. Y la gente ya no verá el coche como una propiedad sino como un servicio. La reducción del volumen de coches prevista hará por otra parte que se incrementen las zonas verdes y se conecte con la ciudad inteligente.

- ¿Estas cuestiones se plantean ya como una necesidad?

-Así es, en el sentido de que también la gente joven ya no ve el coche como una propiedad en sí, sino como una necesidad de movilidad. La industria del automóvil está pasando de ser sólo el automóvil a ser el automóvil y sobre todo la movilidad. Los coches se seguirán vendiendo y seguirán existiendo pero sí que existe un alto volumen de personas que ven el coche como un simple servicio, como una forma de ir de un punto a otro.

- ¿Veremos coches sin conductor?

-En algún momento terminará ocurriendo. Pero el espacio temporal para que eso ocurra es aún amplio. Hay gente que dice que llegarán mañana y gente que dice que será dentro de 30 años, aún hay muchas incógnitas. Mientras tanto todas las empresas automovilísticas van anunciando ya sus propios programas de desarrollo de cara al futuro; se irá viendo poco a poco cómo evoluciona.

- ¿En qué nivel de desarrollo tecnológico está ahora mismo este proceso?

-Ford se ha prometido un coche de nivel cuatro de autonomía para el año 2021, si bien no está muy claro todavía exactamente cuándo va a llegar a las carreteras. Se ha llegado al compromiso de tener este nivel de autonomía en unos años aunque no se sabe cómo se va a comercializar. Este nivel implica la autonomía de un vehículo en un espacio restringido en el cual la atención del conductor no tiene que ser constante, podría incluso ir sin conductor en esos espacios, pero también hay que definir estas zonas, es algo que aún no se ha hecho y por eso está todo aún un poco en el aire. Se requiere también un acondicionamiento de las vías para poder desarrollar todo este campo.

- ¿Hay algún horizonte temporal para todos estos proyectos de autonomía avanzada?

-Es muy difícil, hay muchos retos tecnológicos que hay que abordar, no hay fechas. Siempre hay necesidad de mejorar y hay que estar constantemente buscando ese margen de mejora en la tecnología.

- ¿Cuáles son los principales campos de trabajo de Ford en este sentido?

-El mercado del automóvil está cambiando mucho. Hay un mercado tradicional y luego hay otro mercado mucho más grande, el de la movilidad, que está formado por autobuses, trenes, transporte compartido, bicicleta... en el que las compañías automovilísticas no captan beneficio. Y por eso se espera que se siga invirtiendo tanto en los automóviles como en la tecnología que facilite la comunicación entre los propios automóviles y el resto de medios de transporte.

- ¿Qué balance hace de su estancia en Silicon Valley? ¿Se plantea volver a Europa?

-Llevo diez años en Estados Unidos y es muy difícil predecir qué ocurrirá, si ve vuelves a España o a otro país de Europa... Hoy en día nos adaptamos a lo que venga. Allí estoy muy bien, ya llevo mucho tiempo.

- ¿Siguen siendo bien valorados los ingenieros en Estados Unidos?

-A partir del año 2010 se produjo una gran afluencia de ingenieros españoles y profesionales que se han ido al Valle y ahora la comunidad española es bastante más grande de lo que lo era cuando yo fui en el año 2007. Ya la gente viene incluso con la familia, cosa que antes no pasaba, con la perspectiva de quedarse allí no por un año, sino de poder desarrollar allí una carrera profesional. Allí hay muchas oportunidades y la calidad de vida es bastante alta. Aunque todo tiene contrapartidas.

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