Cerca de 20.000 piezas de Playmobil custodian desde ayer la Navidad más natural del Jardín Botánico de Gijón. Se trata de una novedosa iniciativa que, aprovechando las jornadas de puertas abiertas para contemplar el belén monumental, se acerca a los más jóvenes para enseñarles de forma divertida. Así, se han creado hasta ocho ecosistemas ibéricos e insulares que ocupan un total de 16 metros cuadrados, todos ellos a base de piezas de la popular marca de juguetes.

Se puede ver desde la zona de costa hasta el desierto pasando por la montaña pirenaica, el bosque caducifolio, el valle cantábrico, los humedales, una montaña volcánica y un ecosistema agrario. La muestra, organizada por el colectivo ornitológico Mavea, podría ampliarse en años venideros para dar cabida a una zona de rocas cuarcíticas, como explicó ayer Alejandro Peláez, si bien esas piezas deberán ser hechas a mano. El montaje ha llevado unas 25 horas y no le falta detalle: cultivos, diferentes especies de árboles y animales, rocas y plantas, todo ello en plástico de colores para deleite de los más pequeños, que recibirán en la visita a este espacio una explicación de media hora de duración de la mano de los monitores del Botánico.

Además, los asistentes podrán seguir la visita deleitándose con las 32 figuras a tamaño real del belén del Jardín de la Isla, obra de Miguel Álvarez "El Ponticu", diseminadas por la naturaleza para un recorrido mágico. Y a lo largo de las próximas semanas se sucederán las proyecciones de películas infantiles, los talleres de decoración, cocina, envoltorios y viajes, los cuentos y leyendas, gymkhanas de Navidad o los cuentos de la Bruja Befana. Todo un abanico de posibilidades.