"Estuve hace quince días en Madrid y viendo el nivel de acabados en la capital de España, aquí vivimos en Versalles, estamos mal acostumbrados". María López Castro, directora general de coordinación de Infraestructuras del Ayuntamiento de Gijón, dependiente de la concejalía de Mantenimiento y Obras Públicas, defendía de esta forma las obras de la calle Marqués de San Esteban que, con un plazo de ejecución inicial de cinco meses, acumulan ya casi un año de trabajos.

López Castro aseguró que "no me arrepiento de elegir ese pavimento", entendiendo que "los técnicos tenemos que optar, más allá de la estética, por la utilidad y el mantenimiento", aunque "entiendo que a mucha gente no le gusta, que no quede estéticamente tan bien, es un tema particular de gustos, yo ahí no me meto".

Para López Castro, "el pavimento es un acierto, pero tiene zonas de uso masivo que son más complicadas", asegurando que este tipo de piso "evita el levantamiento de aceras, que es antieconómico".

Así, la directora general confirmó que la obra está cerca ya de su final, tras casi un año de trabajos y continuas críticas, a falta únicamente de "los pequeños remates que quedan, que son muy poca cosa". López Castro aseveró que "se va a reponer el material en las zonas dañadas y una vez que se acabe, procederemos a la limpieza a fondo y a la cristalización" con un tratamiento que mejorará la imagen del suelo, que en algunas zonas está ya visiblemente sucio. La directora general no duda: "Va a quedar perfectamente", enfatizando que es un tipo de suelo que "ya se usa en muchos sitios de Europa y Estados Unidos" y, en Gijón, "en el Puerto Deportivo, la avenida de Portugal, la avenida de Castilla o los alrededores de El Molinón, pero en Marqués de San Esteban se convirtió en el foco de todas las críticas", reflexionó.