"Nadie ha podido demostrar que hubiese penetración, ni había fluidos en la víctima, por lo que no podemos hablar de violación". La defensa de P. F. M. -el joven de 28 años y vecino de Nuevo Roces acusado de abusar sexualmente de una mujer de 51 años cuando ella se dirigía a trabajar en su coche- se mostró tajante a la hora de defender la inocencia de su cliente a la salida de la primera sesión del juicio, celebrada ayer a puerta cerrada en la sección octava de la Audiencia Provincial. "Solicitaremos la libre absolución", confirmó el letrado Fernando Ángel de la Fuente. Su cliente, en prisión preventiva desde la supuesta comisión de los hechos, afronta una pena de 12 años de cárcel que le pide la Fiscalía o de los 14 años y seis meses que interesa la acusación particular.

El juicio continuará esta mañana con la declaración de más testigos y peritos y la escucha de una grabación que realizó el acusado durante el encuentro que mantuvo con la denunciante en su coche. Unas declaraciones que según la defensa vienen a demostrar que "las relaciones fueron consentidas", añadió ayer el abogado defensor a las puertas del Palacio de Justicia.

Fernando Ángel de la Fuente también quiso recordar que su cliente salió absuelto en el mes de noviembre de otro cargo de agresión sexual que pesaba contra él. Fue un incidente ocurrido en 2012 con una taxista a la que alguien asaltó en su vehículo y a la cual manosearon por todo el cuerpo, y con el que se relacionó a P. F. M tras su detención este mes de marzo. La víctima alegó no estar segura por completo de que él fuera su agresor y la magistrada del Juzgado de lo Penal número 3 decretó su absolución. "Tanto la taxista como la denunciante de este caso señalaron a mi cliente como el autor de sus agresiones pero la descripción que aporta cada una de ellas sobre la misma persona es completamente distinta", añadió el letrado.

Fiscalía y acusación particular mantienen relatos completamente diferentes. Según la acusación de Fiscalía, la mujer agredida se dirigía a su trabajo en coche por la carretera del Obispo y, al detenerse en un semáforo en rojo, el acusado se montó en el asiento del copiloto, exhibiendo un cuchillo que le puso en el cuello y conminándola a que condujera hasta un descampado de la avenida de Roces. Allí, la víctima trató de huir pero su atacante la asió del pelo y la volvió a meter en el coche obligándola a mantener relaciones sexuales completas sin preservativo en dos ocasiones. La víctima, que ayer reconoció "sin género de dudas" al acusado como su atacante, le pide catorce años y medio de cárcel al atribuirle además un delito de amenazas por la utilización de un cuchillo para acceder al vehículo.

Fiscalía y acusación también difieren en el importe de la indemnización y exigen el pago de 3.000 euros y 18.000 euros respectivamente.