Un gijonés ha sido condenado a diez meses de prisión como autor de un delito de maltrato animal por tener "desnutrida" y "deshidratada" a su perra. La condena, ratificada ahora por la sección octava de la Audiencia Provincial, incluye la prohibición de tener animales a su cargo durante tres años.

La sentencia considera que las pruebas practicadas demuestran "incontestablemente la situación de abandono en que el acusado tenía al animal en cuestión". Éstas son que el propio procesado reconoció que su perra ni tenía chip identificativo ni una cartilla sanitaria. Además el atestado inicial describe que el can "estaba muy delgado" y "deshidratado".

Además, a la perra se le tuvo que amputar una pata y no por una lesión ósea de hace años sino por las "las heridas y la infección sufridas en esa pata por un mal cuidado de una lesión antigua y por no haber vuelto a llevar a la perra al veterinario" desde hacía dos años y medio.