Una ordenación por orden alfabético hizo que Gerardo Alexandre Hurlé, quien fuera durante años responsable del servicio de tráfico , fuera el primero en levantarse de la silla para recoger la medalla con la que el Ayuntamiento de Gijón despedía ayer formalmente al personal que se ha ido jubilando a lo largo de 2017. Igual que Alexandre tuvieron medalla -y un ejemplar del libro "Gijón, relato de un viaje" de Javier Granda- otras 40 personas.

Por áreas se despidieron once trabajadores del Ayuntamiento, tres de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), diez de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos (Emtusa), doce de la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano (Emulsa), dos de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular, una del Patronato Deportivo Municipal y dos de la Empresa Mixta de Tráfico

La Alcaldesa, Carmen Moriyón, y representantes de los seis partidos que conforman la Corporación gijonesa -Foro, PSOE, Xixón Sí Puede, PP, IU y Ciudadanos- se encargaron directamente de darles el hasta luego de, en palabras de la Alcaldesa, "la que es y será siempre vuestra casa". Junto a ellos, otros ediles de la Corporación y varios gerentes y directivos de las entidades y empresas municipales: los hasta ahora jefes directos de estos nuevos jubilados gijoneses.

"Gracias en nombre del Ayuntamiento y de los ciudadanos de Gijón. Un gracias con mayúsculas porque si hoy podemos presumir de contar con una ciudad acogedora, abierta, cosmopolita y a la vez cercana, con un rico pasado, un presente serio y un futuro esperanzador es gracias a la labor callada y eficaz de todos aquellos que trabajan día a día para construir Gijón", les dijo la Alcaldesa en un pequeño discurso.

Misma alcaldesa que les animó a explorar el horizonte nuevo que se abre en su nueva etapa personal, a descansar y a dejar atrás las limitaciones y compromisos que impone el trabajo. "Ahora os toca pensar un poco más en vosotros mismos", les sugirió antes de la foto de familia.