Si los grandes filósofos de la Antigua Grecia tenían unos exuberantes jardines por los que pasear impartiendo lecciones a sus alumnos, Eduardo Infante Perulero tiene las redes sociales. Este onubense de nacimiento, pero gijonés de adopción desde hace ya muchos años, ha cambiado los largos paseos en los jardines por los recién estrenados 280 caracteres de Twitter. Una práctica que sus alumnos de Bachillerato del Centro de Educación Secundaria San Eutiquio-La Salle de Cimadevilla agradecen, como se ve refrendado en sus resultados académicos, tres puntos por encima de la media en las calificaciones de la prueba de acceso a la universidad y que año tras año copan las primeras plazas de las Olimpiadas de Filosofía de la región.
La historia de Infante comienza en El Rompido, Huelva, hace ya cuarenta años. En la provincia andaluza inició sus estudios, en su "cole de siempre", como le gusta nombrarlo, el Juvenal de Vega y Relea de la capital onubense, pasando a posteriori por el colegio Colón Maristas y el instituto Alonso Sánchez. Fue entonces, en 1994, cuando comenzó sus estudios de Humanidades en la Universidad de Huelva y, tras finalizarlos, Filosofía en la Universidad de Salamanca.
Unos estudios que le hicieron "enamorarme" de estas materias, un amor que transmite en cada una de sus clases, en las que no deja de innovar para hacer la Filosofía más atractiva para sus alumnos, alejándose de esa concepción de materia sesuda y abstracta, dotándola de una constante conexión con el día a día.
Todo con tal de transmitir esa pasión a los estudiantes, quienes recuerdan cómo Infante explicaba algunos autores y teorías a través de capítulos de "Los Simpson", su festival de cortometrajes que con los años ha ido evolucionando hasta parecer casi un festival de cine de renombre o sus debates entre padres y alumnos. Siempre saliéndose de lo establecido para dejar a los jóvenes con la boca abierta. Como cuando aseguraba que él no ponía las notas, sino que quien corregía los exámenes era "el Isra", de quien todos hablan pero que nadie llegó nunca a conocer. Divertido, cercano, moderno o fuente de conocimiento son algunos de los adjetivos que le brindan, con la idea clara de que "profes como Edu hay pocos", de esos que no se olvidan con el paso de los años, de los que "te enseña a desarrollar el pensamiento crítico, no solo dentro de clase, si no en el día a día".
La última de sus invenciones, la que le ha hecho darse a conocer a nivel nacional, llegando incluso a asomarse a "La ventana" radiofónica de Carles Francino en la Cadena Ser, son los "FiloRetos". Un hashtag que se ha hecho trending topic en Twitter, la red social para la que está pensado, pero también en el imaginario popular gijonés. Unos retos que llevaron a sus alumnos a empapelar media ciudad con mensajes filosóficos, discernir cuál podría ser el estado de Whatsapp de Schopenhauer o crear memes sobre el universo aristotélico.
Infante define la Filosofía como un ejercicio espiritual que ha de enseñar a sus alumnos "no a ser más felices, pero sí a vivir su vida con más profundidad". Al menos con la misma que la vive él, acompañado de su mujer, de origen norteamericano e igualmente docente en Gijón y su hijo, que en estas fechas navideñas pasarán unos días en su Huelva natal de la que Infante, amante del vino y del cine, echa de menos "su Recre", las aceitunas "machacás" que compra en "Los Ángeles" de la calle Concepción, el flamenco de verdad o un simple paseo por su ciudad como los que los grandes filósofos griegos daban por sus jardines.
