La plaza Mayor de Gijón se abarrotó en la noche de ayer para despedir el año 2017, al ritmo de las campanadas que repicaban en el reloj de la casa consistorial.

Familias, parejas y grupos de amigos saludaron al nuevo año, uvas en mano, y sin empapizarse, en una multitudinaria celebración que reunió frente al ayuntamiento gijonés a gijoneses y foráneos, que pidieron al 2018 “salud, trabajo y si puede ser, algo de dinero”.

No faltaron ni las serpentinas ni los matasuegras ni el confeti, que hizo relucir el empedrado de la plaza cuando el reloj dio la duodécima campanada, dando así inicio al 2018.

“Hay un ambiente muy guapo, es una buena forma de empezar el año”, aseguró Juan Carvajal, acompañado de una decena de amigos que “venimos desde Bilbao y Cantabria en autocaravana”. Para la ocasión no podía faltar el espumoso y las uvas: “venimos preparados”, aseveró, “estamos tremendamente alegres, no podía ser menos”.

A pocos metros, Loli Ramírez baila junto a sus amigos. “Habrá que aprovechar y acabar bien el año”, enfatizó mientras preparaba las uvas para su ingesta al ritmo de las campanadas, a las que pidió, para el 2018, “que me toque la lotería”.

De Madrid llegaron Daniel Argamentería y Ángeles López, que acudieron a la plaza Mayor subidos en su bicicleta, con la que luego, aseguraron, “iremos a dar un paseo”. “No teníamos planeado venir, pero se nos ocurrió que podía ser buena idea, así que nos disfrazamos y nos acercamos”, explicó Argamentería, “es la primera vez que venimos y la verdad es que lo estamos pasando genial, está todo muy currado y el ambiente es muy bueno”. Argamentería tiene claro su deseo para el año que comienza: “que sea, al menos, tan bueno como 2017, y que vengan muchos más”, sentenció.

Tras la última campanada, se desató la fiesta. Besos, abrazos, gritos de alegría, miles de fotos en compañía de familiares y amigos y, sobre todo, mucha música, de la mano del dj Dani Vieites, que repitió como maestro de ceremonias en la plaza Mayor por quinto año consecutivo. “Es un orgullo que cuenten conmigo año tras año, vamos a pasarlo muy bien”, aseguró antes de comenzar a pinchar. La música, como él mismo explicó, pasó de los ritmos más tradicionales “para todos los gustos” a las canciones de moda del pasado año 2017, “más enfocado a la juventud”. Todo para que los gijoneses que se acercaron a la plaza Mayor tuviesen una inmejorable entrada en el 2018.