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DANIEL GUTIÉRREZ | Miembro del Cuarteto Asturias, que actúa en Cenero

"Me interesa todo tipo de música, de la clásica al rock indie"

"El violonchelo es el instrumento que más se asemeja a la voz humana y el que más emociona al público cuando lo escucha"

Daniel Gutiérrez.

Daniel Gutiérrez tiene 26 años, es vecino de Veranes, y lleva ocho en el Cuarteto Asturias tocando el violonchelo. Mañana a partir de las 19.30 horas afrontará una cita especial, ya que el grupo ofrecerá un concierto muy esperado en Cenero. Una actuación en la que mostrarán un repertorio variado, para dar la bienvenida a 2018, y seguir con la labor de divulgación de la música clásica.

- ¿Es especial para usted actuar el día de Año Nuevo en su parroquia?

-Me hace mucha ilusión. Hasta ahora no había tenido nunca la oportunidad de tocar en Cenero. Llevamos muchos años ofreciendo conciertos en Navidad, pero nunca el día 1 de enero. Nos ilusiona porque hemos adaptado el repertorio para esta cita. Todos los que estudiamos en el Conservatorio tenemos el Concierto de Año Nuevo marcado, nunca nos lo perdemos en la tele, por eso ofrecer un concierto este día es especial.

- ¿Cómo será el concierto que ofrecerán?

-Será muy variado. Le va a gustar a todo el mundo. Todo el repertorio que vamos a tocar va a ser conocido por todo el mundo. Y si no conocen todas las piezas, al menos el 80 por ciento la van a saber tararear. Podrán oír música clásica, actual, o sonidos tradicionales. También ofreceremos bandas sonoras de películas míticas.

- ¿Es factible desligar la imagen de que con el violonchelo o el violín solo se puede oír música clásica?

-Nosotros estamos versionando casi todo estilo de música, sí que es verdad que no sonará como una guitarra eléctrica con una amplificación de 400 watios. Pero nos adaptamos a cualquier estilo de música. Y el público cada vez agradece más este tipo de concierto.

- ¿Qué sello identifica al Cuarteto Asturias?

-La variedad de estilos, y que intentamos llegar a todos los públicos.

- ¿Qué hace especial al violonchelo?

-Como se suele decir es el instrumento que más se asemeja a la voz humana, y suele emocionar bastante al público cuando lo escucha. Los compositores siempre lo utilizan cuando quieren tocar un mensaje emotivo. Empecé a tocar el instrumento por casualidad, y a medida que han pasado los años pues cada vez me fue gustando más. Y ahora llevo diez años tocándolo.

- ¿Qué influencias musicales tiene?

-Me interesa cualquier tipo de música, porque todos los estilos tienen algo que ofrecer, desde música tradicional asturiana, hasta rock indie, y por supuesto todo tipo de vertiente de música clásica como la barroca o la del siglo XXI.

- ¿La música clásica llega cada vez mejor a los jóvenes o se debe trabajar aún?

-Poco a poco se está acercando. El mayor impedimento es el protocolo, que es de hace dos siglos, con unos estándares de concierto desconectados de la sociedad actual. Pero hay mucha gente ahora que esta cambiando la tendencia y lo están consiguiendo.

- Han colaborado con orquestas y proyectos a nivel internacional. ¿Cuáles en su caso y de que experiencia guarda un buen recuerdo?

-Los proyectos de los que más me acuerdo son los que llevé a cabo en Alemania, con un concierto por ejemplo que hice el 1 de enero con una orquesta en la sala donde actúa la Filarmónica de Berlín. Y también tengo buen recuerdo de un proyecto en Bamberg, con una orquesta con la que tocamos "Las bodas de Fígaro", y ésa también reconozco que me marcó bastante.

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