El baile asturiano ha perdido a un referente gijonés: Erundina Fernández López-Bataller, una entusiasta del folclore regional que siendo octogenaria aún tenía espíritu para dedicarlo a la música y los bailes regionales. Gijonesa del barrio de La Arena, sólo la enfermedad pudo apartarla definitivamente, hace unos años, del folclore, del que hizo su profesión y su vida, y ayer falleció a los 88 años en el geriátrico donde estaba ingresada, el Palacio de Caldones.

Su familia recibió ayer en el tanatorio gijonés de Cabueñes muchos testimonios de lo querida que era, la cantidad de alumnos de baile que llegaron a disfrutar de su maestría -siendo soltera deja una gran prole en forma de exalumnos- y el entusiasmo con el que transmitía su amor por el baile regional, algo que le llevó también a completar tocando el tambor.

Sus inicios como profesora fueron en el grupo Torrecerredo, pero también enseñó baile regional -en unos años en que muchos centros ofrecían esa actividad extraescolar- en su propia academia en la calle San Bernardo y en diferentes colegios como el Santo Ángel o el Liceo-La Corolla. Vinculada desde siempre al grupo de Coros y Danzas Jovellanos, al que pertenecía, sus compañeros la recordaba con enorme cariño y con la trascendencia que tuvo en el mundo asturiano: "era una folclorista de referencia", contaban ayer Roberto Fernández Casielles, portavoces del veterano grupo gijonés, con quienes Erundina Fernández recorrió el mundo. Como lo recorrió para dar clases en centros asturianos repartidos por el mapamundi, desde México a Puerto Rico, Suiza o Alemania. "Ya había cumplido los ochenta años y aún estuvo tres o cuatro meses por México enseñando asturiano en las secciones del centro asturiano", contaba ayer un sobrino que también recordaba cómo de difícil era pasear con ella por la calle "sin que la parasen constantemente; siempre había alguien que le recordaba que había sido su alumna o su alumno hacía años".

Mujer de enorme vitalidad, su rostro risueño era "tan familiar como entrañable", según reseñó quien la conoció "animando todas las fiestas de populares habidas y por haber".