La utilización de la Psiquiatría para "curar" males sociales como el acoso laboral, la violencia en las aulas o el paro y la pretensión de la Psiquiatría de "saber de todos los malestares que no cura el resto de la Medicina" son los dos pilares de "Las falsas promesas psiquiátricas", el último libro que publicó el psiquiatra Guillermo Rendueles Olmedo (Gijón, 1948), que anoche, con una charla, presentó en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón.
"A los psiquiatras nos llaman para todo, para saber de arte, de la vida cotidiana y también para saber de enfermedades", afirmó Rendueles, quien escribió el libro para "desmitificar esas falsas apariencias, esas pretensiones de saber, cuando la Psiquiatría es muy poquito dentro de la Medicina, es la especialidad más retrasada que maneja unos diagnósticos de cuando la Medicina no tenía ni radiología ni laboratorios y era todo por ojo clínico".
Guillermo Rendueles ya abordó este asunto hace meses en el libro colectivo "Contrapsicología: de las luchas antipsiquiátricas a la psicologización de la cultura", y ahora profundiza en sus argumentos para la "despsiquiatrización".
Argumentó anoche que "la ciencia avanza por donde quiere y la mente humana es muy complicada, por eso no tenemos ningún marcador de enfermedad mental. Es como la Medicina cuando se basa en la impresión clínica". Por ello critica la pretensión de la Psiquiatría de querer curar todos los males manejando "una serie de fármacos y de técnicas un poco aventuradas". Y es que, subrayó el psiquiatra, "pretendemos saber más de lo que sabemos tanto en la crítica cultural, como en la salud, la vida cotidiana, como dirigir la vida de las personas, entrar por los Juzgados diciendo lo que tiene de loco y de criminal cada caso".
En cuanto a la "culpa" de la profesión, Guillermo Rendueles opina que "se deja querer", mientras que "la pretensión de la Medicina ya no es curar la enfermedad, es generar el estado del bienestar, la salud como el máximo estado de bienestar, y como la gente tiene muchos malestares y la Medicina cubre unos pocos, el resto va un poco a parar al psiquiatra o al psicólogo".
Entiende Guillermo Rendueles que actualmente "la sociedad está más quejumbrosa y, además, no hay otros lados donde quejarse como antes, cuando estaban los confesionarios o la familia". Y de vuelta a su crítica a la Psiquiatría señala que "hicimos profesión de cosas que pueden hacer compañeros en el trabajo", como en el caso del acoso laboral.
El psiquiatra aseguró que "la mitad aproximadamente de mis pacientes no tiene ninguna enfermedad mental y si resucitase un psiquiatra de los antiguos mandaría para casa al setenta por ciento de los pacientes" con la frase "usted tiene malestares, pero no es un enfermo mental".
