El próximo lunes comenzará el juicio con Abdou Ndiaye, "Makelele", el hombre de 35 años y origen senegalés acusado de ser el responsable de la muerte de la hostelera gijonesa Sonia Menéndez Mitre, quien fuera su jefa y pareja sentimental. Afronta una pena de 15 años de cárcel por un delito de homicidio, que le atribuye la Fiscalía, y otra de 20 años de prisión que exige la acusación particular -ejercida por la familia de la fallecida-, por un delito de asesinato.

El procesado, que se encuentra en prisión preventiva en el Centro Penitenciario de Asturias desde el 1 de octubre de 2015, está en situación administrativa regular en España. Según el escrito de calificación de la Fiscalía, tras conocer a Sonia Mitre comenzó a trabajar como empleado en un establecimiento de hostelería propiedad de la mujer en Gijón, surgiendo tiempo después una relación de confianza y amistad entre ambos, que determinó finalmente que iniciasen una relación sentimental al finales del año 2013 o principios del año 2014. Esta relación concluyó a instancia de Sonia Mitre en los primeros meses del año 2015, tras haberse deteriorado su relación personal a causa del carácter autoritario del acusado, quien pretendía imponer su criterio, adoptando de forma progresiva actitudes de control y de dominación tanto en el ámbito de la relación personal como con ocasión del desempeño de su actividad laboral en los negocios de la mujer. La mujer se resistía, generándose por ello cada vez mas diferencias y conflictos entre ambos de carácter personal, laboral y económico.

Tal situación de enfrentamiento culminó con el despido laboral del acusado por parte de Sonia Mitre el día 14 de julio de 2015, tras haberse producido una acalorada discusión y disputa en público entre ambos en fecha no exactamente determinada pero, en todo caso, inmediatamente anterior al día 14 de julio de 2015, cuando la mujer se encontraba trabajando en el establecimiento de hostelería de su propiedad denominado “Bar Sinatra”, en Gijón, viéndose obligada a ordenarle que abandonase el establecimiento. El acusado finalmente se ausentó del mismo, manifestado en presencia de algunos clientes y empleados del bar que se encontraban trabajando en ese momento la expresión “¡A esta hija de puta la voy a matar, la voy a hacer desaparecer!”.

Ruptura sentimental

Posteriormente, sintiéndose el acusado resentido con Sonia Mitre por haber finalizado su relación sentimental y por haberle despedido del trabajo, y frustrado por no haber podido someterla a sus deseos, decidió acabar con su vida. Para ello, el día 16 de julio de 2015, en hora comprendida entre las 15 y las 16,30 horas, acudió al domicilio de Sonia Mitre, en Gijón, y cuando se encontraba en el interior de la vivienda en compañía de la mujer, llevado por el resentimiento hacia ella y con la deliberada finalidad de acabar con su vida, la golpeó repetidamente en la cabeza y sobre las extremidades superiores, agarrándola violentamente por el cuello con las manos, provocando finalmente la asfixia mecánica por estrangulación, así como la sofocación por compresión torácica con fracturas costales, acciones que le causaron la muerte.

En el momento de su fallecimiento, Sonia Mitre, de 48 años, tenía como parientes mas próximos a una hija mayor de edad, de 18 años, con la que residía, si bien en la fecha de de los hechos se encontraba viviendo temporalmente en otra localidad por sus estudios; su madre, de 72 años, y a un hermano de 45 años, que reclaman en su condición de perjudicados por los hechos.

El acusado, que se encuentra en prisión provisional por esta causa, tiene antecedentes penales por dos delitos contra la seguridad vial por conducción sin permiso de conducir, que no son apreciables a los efectos de reincidencia.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio del artículo 138.1 del Código Penal, con las agravantes de parentesco y de cometer el delito por motivo de discriminación por razón de género. Y solicita que se condene al acusado a 15 años de prisión, inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y abono de las costas procesales. Además, solicita que el acusado indemnice a la hija de la víctima con 120.000 euros, así como a la madre con 60.000 euros y al hermano con 30.000 euros. La defensa pedirá su libre absolución.