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Novedades en un programa importante para la recuperación del sector de la construcción

El bloqueo de casi 500 expedientes de ayudas a fachadas compromete el inicio de algunas obras

Los administradores de fincas admiten la incertidumbre que se abre con el parón del programa municipal de subvenciones

Un inmueble gijonés, en plenas obras de rehabilitación de su fachada. MARCOS LÉON

La incertidumbre ha cundido en algunas comunidades de vecinos tras el anuncio del equipo de Gobierno municipal de que va a haber un parón en el programa local de subvenciones para obras en edificios. Un parón derivado de la acumulación excesiva de expedientes sin resolver -tanto de subvenciones de obras en fachadas, como obras de eliminación de barreras arquitectónicas o del proyecto de intervención singular en el Muro-. A final de año estaban esperando respuesta más de 480 solicitudes de ayudas, las más antiguas entraron en el registro municipal en el año 2013. Esa situación estaba obligando a abordar con presupuestos deslizados (aprobados un año, pero abonados pasadas varias anualidades) los compromisos de ayudas adquiridos por el Ayuntamiento, lo que había sido identificado como una anomalía por la Sindicatura de Cuentas.

Para hacer frente a esa situación la Junta de Gobierno municipal ya firmó un expediente de suspensión del programa, con efectos desde el 1 de enero y hasta nuevo aviso, según informó la concejala de Hacienda, Ana Braña.

Administradores de fincas consultados ayer admiten varios frentes problemáticos en la cuestión. Uno, por la "incertidumbre" que ha abierto esta suspensión del programa y que ya se ha instalado en muchas comunidades de vecinos, algunas de las cuales incluso parecen dispuestas a anular obras que ya tenían todo dispuesto para su inicio. Otro frente tiene que ver con la negativa repercusión que ya de por sí estaba teniendo el colapso de expedientes. Además, los administradores aventuran que "ese parón puede ser de varios años, así que las comunidades que estén pensando en hacer una obra posiblemente no la vayan a hacer. Y en Gijón sigue habiendo un parque de viviendas con muchas necesidades de intervención rehabilitadora", comentó una profesional.

"Nos tememos que no va a poder solicitarse ayuda para obra nueva en varios años. Así que las comunidades que tengan pensada una rehabilitación deben ponerse en el supuesto de que tendrán que tirar de 'calcetu', 'calcetu' y 'calcetu'. Y esas obras, que ahora son de costes muy importantes, mi experiencia me dice que sin subvenciones no van a salir adelante", indicó otra experta del sector.

Pero a la vista del acúmulo de expedientes sin resolución, parece claro que el Ayuntamiento tenía que tomar una decisión drástica. Porque los problemas ya existen y podrían ir a mas. Una experta del sector, de Administraciones Acebal, pone un ejemplo real. "Tengo una comunidad con una obra aprobada por la junta de la comunidad y un coste de unos 370.000 euros. Se solicitó subvención municipal, que lleva más de un año sin respuesta, y también del IDAE (Instituto para la diversificación y ahorro de la energía), que contestó hace tiempo positivamente. De hecho la comunidad ya tiene cobrado el préstamo del IDAE a interés cero, pero ahora los propietarios quieren echarse atrás en el acuerdo de obra porque no se tienen garantías municipales de recibir la ayuda. Tengo la licencia de obra, y estaban a punto de ponerse los andamios en el edificio. Pero ahora es posible que se vaya a paralizar todo hasta que la junta de propietarios revise el tema. Ya no se fían de lo que pueda suceder con la normativa municipal y ¿quién pone la mano en el fuego de que, aunque de palabra nos hayan dicho que entramos en la subvención, nos la den finalmente? Hay propietarios con mucho miedo porque no podrían hacer frente a un pago sin subvenciones", explican. De tal forma que todo puede acabar con una anulación de proyecto. "Pero el préstamo del IDAE ya está cobrado. Es un problema grande", añaden.

El reproche hacia el Ayuntamiento es claro: "no se puede tardar más de año y medio en resolver expedientes. Ya ni siquiera pedimos el dinero, sólo las aprobaciones de las ayudas, porque eso ya es una garantía de compromiso", exponen los conocedores de la situación.

Otro de los administradores, vinculado a la firma Fincas Moros, con una subvención pendiente de cobro desde 2013 tiene claro que "se avecinan tiempos de mucha incertidumbre para un plan que había animado el sector de la construcción y muchos otros. El temor es que esa paralización de obra nueva tarde mucho en resolverse y nuestra impresión es que una vez que se frenan las ayudas, la gente no se mete en obras porque son caras de ejecutar sin apoyos".

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