Un gijonés ha sido condenado por un delito de robo de uso de vehículo a motor a cuatro meses de multa con una cuota diaria de cuatro euros (480 euros) y al pago de una indemnización de 46 euros a la dueña del ciclomotor. El condenado no se presentó al juicio, en el Juzgado de lo Penal nº 2, pero sí recurrió la sentencia condenatoria aunque sin éxito. La Audiencia Provincial ha ratificado la pena al entender que las pruebas enervan su presunción de inocencia. El fallo desestima su argumento de que el día del robo "estaba repartiendo currículos para trabajar" puesto que no aportó el nombre de ningún lugar donde lo hubiera depositado. Además, sus huellas estaban en el vehículo.