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JOSÉ DAVID VIGIL-ESCALERA | FUNDADOR DEL FESTIVAL AÉREO DE GIJÓN

El delineante que se enamoró de la aeronáutica

En 1958 viajó a la Expo de Bruselas por ser uno de los cien mejores trabajadores españoles de menos de 23 años

El delineante que se enamoró de la aeronáutica

Aunque lleva viviendo en Gijón desde el año 1970, más de la mitad de su vida, José David Vigil-Escalera (Langreo, 1938), conocido como Cholo, sigue teniendo a La Felguera como uno de los amores de su vida, una pasión que comparte junto a los aviones y su familia. Langreano de nacimiento, gijonés de adopción, ciudad en la que disfruta de su Sporting, del mar y del animado ambiente "playu", es uno de los fundadores del Festival Aéreo de Gijón y representa la gran unión que existe entre las Cuencas y la villa de Jovellanos, como uno de los muchos vecinos de los valles mineros que emigraron a orillas del Cantábrico a mitad del siglo con la reconversión industrial.

Cholo ha sido esta semana distinguido con la Cruz al Mérito Aeronáutico con distintivo blanco, que concede el Ministerio de Defensa. Un reconocimiento a una pasión, la de los aviones, que descubrió cuando colaboraba en un trabajo sobre la figura de Jesús Fernández Duro, y que le hizo descubrir poco a poco este mundo, apasionarse por él y participar intensamente. En 2005 creó el Círculo Aeronáutico Jesús Fernández Duro, desarrollando multitud de actividades para dar a conocer el legado del aeronauta felguerino, que fue Caballero de Honor de la Legión Francesa o la primera persona en cruzar los Pirineos en globo, entre otros logros. Y un año más tarde cumplió otro de sus sueños: disfrutar por primera vez en Asturias de un festival del Ejército del Aire, con el que siempre ha mantenido una gran relación, y con el que habló directamente para traer la cita a la región, que lleva celebrándose ininterrumpidamente desde el año 2006 con un gran éxito de público edición tras edición.

Aunque inicialmente quería llevarlo a cabo en Langreo, la orografía del terreno lo impedía, y las alternativas eran La Morgal y Gijón. Cholo no se lo pensó dos veces y se acercó a hablar con Paz Fernández Felgueroso, alcaldesa por aquel entonces de la ciudad, y consiguió que se llevase a cabo. Ahora la organización recae en manos municipales, pero José David Vigil-Escalera sigue siendo el principal asesor.

En la actualidad disfruta de su vida de jubilado, muy ligado a La Felguera con el Círculo Aeronáutico y otras actividades, pero también disfrutando de su vida en Gijón, en su casa de la avenida de la Costa, desde donde acude a ver los partidos del Sporting junto a su hermano Alberto, y con el resto de actividades culturales de la ciudad, así como los paseos junto a la playa de San Lorenzo.

Cholo tiene su gran apoyo en el día a día y en todos los proyectos que se ha embarcado hasta la fecha en su mujer Encarna, con la que lleva casado 52 años, y con la que ha tenido tres hijos, José Francisco, Elena y Paloma. Encarna comparte las inquietudes de Cholo, y también ha recibido reconocimientos por sus actividades, como la Medalla de Asturias de Plata que se le entregó en 1992 por su trabajo con la Asociación de Laringólogos.

Desde su entorno le describen como una persona "excepcional, y colaboradora", gran amiga de sus amigos. Alaban por encima de todo "su capacidad de trabajo, amabilidad y generosidad", pero también inciden en que "es una persona con carácter cuando la situación lo requiere".

A Gijón llegó en 1970 para trabajar en Unimsa (Unión de Siderúrgicas Asturianas), que acababa de abrir su factoría en Veriña tras la fusión de las tres siderurgias históricas de Asturias (Fábrica de Mieres, Duro Felguera y Moreda-Gijón). En la plantilla de Duro Felguera ingresó en 1955 como aspirante de delineante, tras haber estudiado en Los Dominicos y en La Salle en La Felguera. Desde sus inicios en su vida laboral destacó, y fue considerado uno de los mejores trabajadores de España menores de 23 años, por lo que resultó premiado con un viaje a la Exposición Universal de Bruselas de 1958. Después se sacó el título de maestría industrial.

En la década de los sesenta hizo sus pinitos en los medios de comunicación, como corresponsal de LA NUEVA ESPAÑA en la comarca del Nalón y colaborando en Radio Nacional. Además creó el Certamen Internacional de Cine Cultural de La Felguera. Y fue nombrado Socio de Honor de los Festejos de San Pedro y de las sociedades Maestro Lozano, Orquesta Langreana de Plectro o La Carbonera.

En Gijón su mayor legado queda en el lanzamiento del Festival Aéreo que cada año reúne en torno a la bahía gijonesa a cerca de medio millón de personas, ensimismadas presenciando el vuelo de aviones acrobáticos y de combate.Y ahora también sueña con hacer un memorial de gestas aeronáuticas, el siguiente objetivo para acercar aún más a la calle el mundo que cautivó a este langreano y gijonés, que también es secretario de la asociación del Archivo de Indianos, y que desde 1961 tiene el título de sargento y alférez tras su paso por el campamento de las Milicias Universitarias en Monte la Reina, cerca de Toro, en la provincia de Zamora.

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