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Makelele: 838 días de prisión e incógnitas

El único acusado por la muerte de la hostelera Sonia Mitre defenderá hoy su inocencia, en la primera sesión del juicio

Makelele sale del Juzgado tras su primera detención. M. L.

Abdou Ndiaye -de 35 años y origen senegalés, conocido como Makelele y acusado de ser el responsable de la muerte de la hostelera gijonesa Sonia Meléndez Mitre-, mantendrá hoy su inocencia en la primera sesión del juicio con jurado que determinará su responsabilidad en los hechos ocurridos el pasado 16 de julio de 2015. Le atribuyen un delito de homicidio -la Fiscalía- por lo que interesan una pena de quince años de prisión, una condena que podría ser superior si el tribunal acepta la propuesta de la acusación particular -ejercida por la familia de la víctima- que considera sus actos constitutivos de un delito de asesinato por el que reclama veinte años de privación de libertad. Hoy será la segunda vez que Makelele abandone el Centro Penitenciario de Asturias, donde está recluido en prisión provisional desde el 1 de octubre de 2015. Allí lleva 838 días, considerado ya como preso de confianza y realizando labores en la cocina de la prisión.

Nació en Senegal y vivió en Francia. A España llegó hace ya doce años. Pronto comenzó a trabajar en la hostelería. Así conoció a Sonia Mitre, que le contrató como camarero seis años antes de su muerte. Makelele se fue ganando el aprecio y la confianza de los clientes. Ninguno se pudo imaginar entonces que ahora estaría acusado por un homicidio. Los hay incluso que confían en su absolución. Tal fue su destreza detrás de la barra que, dos meses antes del crimen, el grupo de hostelería Costa Verde le había premiado como "Camarero del año" y cuyo galardón recogió acompañado por Mitre. Makelele se hizo un habitual en la Ruta de los Vinos, en el Sinatra y el Ñamglú, los dos establecimientos que regentaba la víctima, con quien además de una relación laboral mantuvo otra sentimental entre final de 2013 y principio de 2014.

Tras la ruptura hay testigos que señalan que sus discusiones eran frecuentes. Incluso, hay quien apunta que un día Makelele gritó en voz alta "a esta hija de puta la voy a matar, la voy a hacer desaparecer". Pese a todo, según declaró el procesado, quedaron a tomar un café a las cinco de la tarde del 16 de julio de 2015. Fue Makelele quien alertó a la familia de Sonia Mitre de que ni asistió a la cita ni tampoco respondía al teléfono. El acusado y algunos familiares acudieron hasta el domicilio de ella, en El Lauredal. Allí, en el suelo, se encontraron el cuerpo sin vida de Sonia Mitre con signos de violencia.

Comenzó entonces una exhaustiva investigación policial que derivó en la detención de Makelele el día 29 de julio, que siempre fue el principal sospechoso para los funcionarios de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) que le arrestaron. Desde entonces, Makelele siempre ha defendido su inocencia. "No tengo nada que ocultar", aseguró al ser esposado, y aún sigue sin creerse que esté acusado de la muerte de su expareja. Makelele se negó a declarar en Comisaría, pero sí lo hizo ante el primer juez que le tomó declaración. Allí, por falta de pruebas contundentes, le dejaron en libertad con cargos el 1 de agosto, pero le retiraron el pasaporte y le impusieron la obligación de firmar semanalmente en el Juzgado. Dos meses después, y tras ser detenido nuevamente por la Policía, al sorprenderle con una maleta supuestamente para huir -él alegó que estaba de mudanza-, se decretó su ingreso en prisión el 1 de octubre. El comisario jefe de la Policía Nacional daba por cerrada la investigación dos días después.

Makelele lleva ya 838 días en la cárcel. Allí mantiene un "comportamiento correctísimo". Sólo ha salido una vez -el 13 de septiembre de 2017- y fue, esposado, para la vista en que se prorrogó su prisión provisional. Con un confuso castellano se le volvió a escuchar que no era culpable. "Sufro mucho en la cárcel, quiero salir de prisión hasta el juicio; lo de Sonia no fue culpa mía", declaró. Su abogada, Ana Gloria Rodríguez, requirió su puesta en libertad hasta el juicio alegando que no existía riesgo de fuga e incluso, como prueba de buena voluntad, de personarse dos veces al día en Comisaría. Además, para demostrar su arraigo, desveló que Makelele había iniciado una relación sentimental con una mujer que le escribe y visita en prisión. Ella, su nueva novia, se ofreció a que, si le dejaban salir hasta el juicio, se alojase en su casa. A ello se opusieron la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por la familia de la víctima y representada por el letrado José Joaquín García Fernández. Finalmente, se prorrogó su permanencia en prisión.

Esta mañana, a las diez, se procederá a la elección del jurado que deberá determinar el futuro de Makelele, que defenderá su inocencia más de dos años después de ser detenido. El juicio por la muerte de Mitre, uno de los sucesos que más conmoción provocaron en Gijón en los últimos años, está previsto que se prolongue hasta el sábado.

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