Abdou Ndiaye, "Makelele", aseguró esta mañana en la primera sesión del juicio con jurado por la muerte de la hostelera gijonesa Sonia Mitre, que en el momento del homicidio él se encontraba "comiendo en casa" tras haber pasado la mañana en el barrio de El Carmen. Así lo hizo saber esta mañana en la sección octava de la Audiencia Provincial, donde se intenta esclarecer qué pasó la tarde del 16 de julio de 2015, cuando Sonia Meléndez Mitre falleció.

Ndiaye confirmó igualmente que había dejado de trabajar para Mitre y que la relación sentimental que le unía a la hostelera gijonesa "había finalizado" pero que continuaban manteniendo relaciones sexuales.

En un opaco español, Ndiaye (de origen senegalés) sí que confirmó que, en las últimas semanas antes del fallecimiento de Mitre "discutíamos", pero defendió nuevamente, y como lleva haciendo desde que sucedieron los hechos, su inocencia. El encausado se reafirma en que había alertado a la hostelera y su entorno de que llevaban tiempo "siguiéndola por unas deudas".

En esta primera sesión, solo se produjo la declaración de Ndiaye, que únicamente respondió a las preguntas de su letrada, Ana Gloria Rodríguez, y de los dos médicos forenses que se ratificaron en el informe que habían elaborado tras realizar la autopsia.

Anteriormente se había procedido a la elección del jurado popular que deberá dictaminar la culpabilidad o no de "Makelele", que tras la sesión regresó al Centro Penitenciario de Asturias. , donde cumple prisión preventiva.

La Fiscalía entiende que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio, por lo que solicita para Ndiaye una pena de 15 años de prisión, mientras que la acusación particular (ejercida por la familia de Mitre y representada por el letrado José Joaquín García Fernández), interesa una pena de 20 años de cárcel, entendiendo los hechos constitutivos de un delito de asesinato.

Muerte violenta

La muerte de la hostelera ocurrió entre las 15 y 16.30 horas del 16 de julio. Sonia Mitre recibió golpes en la cabeza y en sus extremidades superiores antes de que le sobreviniera el fallecimiento por asfixia mecánica tras ser estrangulada. También presentaba fracturas costales. La investigación policial concluyó que el autor de la muerte era Abdou Ndiaye. Los restos de ADN y el uso de su teléfono móvil fueron las principales pistas seguidas por los investigadores de la Unidad de Familia y la Mujer de la Policía Nacional (Ufam). Pero ahora será el jurado popular quien asuma la responsabilidad de dictar sentencia sobre un suceso trágico que conmocionó a toda la ciudad, dada la popularidad de la hostelera.