Un máximo de cinco años tiene de plazo el Ayuntamiento de Gijón para hacer efectiva la conversión del edificio que albergara el colegio Cabrales en una escuela infantil que lleve el nombre de Eusebio Miranda. Plazos, uso y nombre que se fijan como condiciones imprescindibles en la donación que del edificio hace el Patronato Fundación Miranda al Ayuntamiento de Gijón y que ayer se acordó, por unanimidad de los patronos, en una reunión celebrada en Madrid.

La entidad tiene tres patronos desde 1941. El Ayuntamiento estuvo representado por la Alcaldesa Carmen Moriyón, en nombre de la familia de Eusebio Miranda -quien legó ese edificio a la ciudad en su testamento de 1904 para un ateneo o escuela asilo- estaba Félix Álvarez-Miranda y el tercer patrono es Herminio González Llaca como párroco de San Lorenzo. Ejerce como secretario de la entidad el secretario del Ayuntamiento de Gijón, Miguel Ángel de Diego.

Al acuerdo de donación confirmado por los patronos de la Fundación se sumó el calendario previsto por el gobierno de Carmen Moriyón para los próximos meses. Los cálculos de la regidora forista es que la redacción del proyecto finalice en marzo, mes en el que saldría a licitación la obra con el objetivo de que sea adjudicaba en noviembre para que las obras comiencen en enero de 2019. El coste estimado ronda los dos millones de euros.

Todo esto si no hay más contratiempos. Y han sido muchos desde que el gobierno municipal de Paz Fernández Felgueroso plantease en 2007 que tras el cierre del colegio Cabrales se ubicarían allí las sedes de los dos ateneos gijoneses y que, ya en 2013, la regidora forista Carmen Moriyón iniciara los trámites formales para que esa edificación acogiera una escuela infantil para niños de cero a tres años ampliamente demandada por los vecinos de la zona centro. En mayo de ese año es cuando se consiguió la cesión parcial del edificio en favor del Ayuntamiento para ese uso.

A dilatar aún más el proyecto ayudaron las limitaciones técnicas impuestas desde el área de Patrimonio del Principado de Asturias al ser un edificio con protección integral. El proyecto sobre criterios de intervención se redactó a finales del año 2016.

La reordenación del espacio parte del desarrollo de un patio cubierto y otro descubierto. La edificación se vuelca hacia el patio que sirve como espacio de transición y ámbito exterior de juego. Se plantea una cubierta ajardinada que servirá en parte como zona exterior de juegos con acceso desde la última planta.

El edificio se distribuye en tres plantas, una planta semisótano que servirá como espacio de almacenamiento y un acceso desde la zona central del patio donde habrá espacio para los cochecitos. En la planta baja y primera edificación existente se fijan las aulas de 0 a1 y de 1 a 2 años, así como los espacios de baño, comedor y cocina. Se mantiene el acceso existente en la calle Cabrales como acceso de servicio. En la bajocubierta se sitúan las zonas de servicio de la escuela destinadas al personal. Hay prevista una ampliación del edifico histórico y en ella se sitúan las aulas de 2 a 3 años en planta primera y en planta baja una zona de juego. Habrá iluminación y ventilación a través de todas las fachadas y contacto directo al exterior por el patio.