Los "ingenieros totales" son indispensables en la industria del futuro y el ámbito de la Milla del Conocimiento y del Parque Científico y Tecnológico gijonés lo tienen claro: no se puede renunciar a contar con los estudios de grado en Ingeniería de Organización porque "la optimización en los procesos de las organizaciones es lo que permite a todo tipo de industrias alcanzar mayores cotas de productividad, permitiendo hacer valer la máxima de hacer más con menos tan en boga en estos tiempos".

La reflexión la hace Rubén Hidalgo, responsable del organismo "Impulsa Empresas", al hilo del rechazo del Principado a contar con estos estudios en la Escuela Politécnica de Ingeniería, tal y como solicita la Universidad. Hidalgo recuerda que la ingeniería de organización industrial entrena talento en esta dirección y por lo tanto "es indispensable en un momento de aumento exponencial de herramientas para la búsqueda de eficiencia" subraya.

Los responsables de innovación sostienen que justo en el proceso de transformación de la empresa hacia un mundo cada vez más global e interconectado no basta con las ingenierías tradicionales. Es más, Rubén Hidalgo da un paso más allá de la Ingeniería de Organización y apunta a otro grado que la Politécnica quiere implantar en los años venideros.

"Necesitaremos el talento asociado a la Ingeniería de Datos para tener un conocimiento propio en las relaciones de la inteligencia artificial con la forma en la que producimos nuevos y mejores productos y servicios", pronostica. También será clave crecer, advierte Hidalgo, en ramas de futuro "como la ingeniería biomédica para aumentar las posibilidades de desarrollo de productos y servicios más complejos en sectores en expansión".

Los gestores de la Milla del Conocimiento están convencidos de que estos grados permitirán trabajar en una base de conocimiento "que se desarrolle posteriormente a lo largo de futuros itinerarios de especialización, cada vez con caminos más diversos difícilmente planificables". Y por eso piden que no se pongan palos en las ruedas de los nuevos estudios, ante la realidad constatable de que cada vez es más necesario diversificar y sumar especialidades.

"Es deseable que alcancemos entre todos un amplio consenso en el que no pongamos barreras a la actualización; no hacerlo pone en riesgo la adaptación de la educación superior pública y pondrá en la rampa de salida a más jóvenes en un momento en el que su presencia en la región ya es complicada", avisa Hidalgo, quien apuesta por "actuar para mantener y aumentar la población joven". Y a su juicio, el primer paso es ofrecer una educación superior "moderna, una que permita el control sobre las tecnologías, sectores y formas de hacer del momento". Ese talento formado, reflexiona, "permitirá la creación de soluciones viables y es este proceso, el que define el futuro de los territorios".

La voz de los gestores del entorno de la Milla del Conocimiento se suma a la de empresarios y docentes de la Politécnica que consideran abiertamente "un retroceso" el rechazo del Principado a sumar estos estudios a la oferta gijonesa. Sobre todo cuando el Parque Científico y Tecnológico está a las puertas de una ampliación y cuando el polo de desarrollo de Gijón busca más que nunca el talento en todas sus facetas.

El rector insiste en mantener la esperanza de cara "si no al curso que viene, al siguiente". Santiago Martínez Granda coincidió ayer en el campus de Mieres con la directora general de Universidades, Cristina Valdés, en la inauguración de unas jornadas de innovación. Y los dos hablaron de nuevo de "diálogo". El rector, porque está convencido de que "no hay razones de peso para parar el grado de Organización", ni siquiera en lo económico. Y Valdés, porque "nunca cerramos ninguna puerta y siempre estamos dispuestos a dialogar".

La Universidad ha remitido unas alegaciones por escrito al Principado, que a su vez estaría estudiando las razones que esgrime la entidad académica. Mientras tanto, como poco, el nuevo grado se retrasaría un año.