Julio Alberto Cendón conoce al dedillo cada uno de los tramos que suma, ida y vuelta, el trayecto ferroviario que enlaza Gijón con León, y viceversa. La prueba es un libro en el que reúne 342 imágenes que ilustran la centenaria vía que es salida de Asturias a la Meseta, pero también tren playero que conduce a las gentes del secano hasta el arenal de San Lorenzo. Y ferrocarril que vence un complicado e impactante trazado de montaña; un viaje lleno de sorpresas para quienes lo hacen por vez primera. "En Europa hay pocos con estas características; sólo los pasos alpinos son comparables en atractivo a la línea de Pajares", aseguró ayer el fotógrafo.
Nacido en La Bañeza (León) en 1958, aficionado a la bicicleta de montaña, el senderismo y el modelismo, Cendón presentó ayer en el Museo del Ferrocarril de Asturias su libro "De León a Gijón en 342 imágenes", dos fotos por cada kilómetro en ambos sentidos. Es un trabajo al que viene dedicando su tiempo desde 1980, incluso algo antes. Sólo hay una fotografía en blanco y negro: la de la estación de la capital leonesa, donde se inicia el recorrido; las demás son en color.
"Habré hecho la ruta completa, ida y vuelta, subiendo y bajando en bici por los caminos paralelos al ferrocarrill, una docena de veces", explicó el autor. Salen las dos bocas (la del norte y la del sur) del histórico túnel de La Perruca, la infraestructura de algo más de tres kilómetros que fue inaugurada en 1884. El volumen, que se presenta hoy en León, en el Palacio del Conde Luna, está editado por el sello Maquetren, especializado en temática ferroviaria.
¿Por qué un libro así? Cendón responde sin titubeos: "Por afición al tren, a esa zona que recorre, y al paisaje". "Es un trabajo de muchos años en el que incluyo imágenes de los distintos materiales que se han utilizado en la línea a lo largo de casi cuatro décadas, incluidas las locomotoras serie 7700 (también llamadas "las inglesas") y 251", añadió. Señalizaciones, estaciones... Hay imágenes de la desaparecida del Humedal. "De Gijón incluyo hasta cuatro estaciones", puntualizó el autor.
Son muchos los atractivos que, a juicio de Cendón, convierten en muy recomendable el viaje en tren entre León y Gijón o entre Gijón y León: "Está sin duda ese interés ferroviario debido a la singularidad de la línea, pero también el geológico, el paisajístico". Hace resaltar que todas las estaciones tienen su punto, pero se queda con las de Pajares, Campomanes y La Cobertoria, las tres en tierras lenenses. "Tienen una arquitectura muy bonita, con sus remates, y están cuidadas", explicó. Cendón subraya que si se ha decidido ahora a publicar este libro, después de casi cuatro décadas de intensa dedicación a captar la potencia visual de esta línea ferroviaria asturleonesa, es por la previsible próxima entrada en funcionamiento de la Variante de Pajares. Los trenes de alta velocidad llegan ya a León, pero no todavía a Asturias. "Fue lo que me animó: sé que tarde o temprano el tráfico funcionará por ahí", dijo. Un libro con el que disfrutarán lectores con diferentes gustos al aunar amor por los ferrocarriles, la arqueología industrial o los paisajes profusos.
