"Yo no la maté", apuntó el procesado, con sus dificultades para expresarse en castellano, cuando hizo uso de su derecho a la última palabra. Habló tras escuchar un instante antes, impasible como durante todas las sesiones del juicio, el veredicto del jurado popular en el que le consideraban culpable de un delito de asesinato con la agravante de cometer el delito por razón de género y el atenuante de la dilación indebida del proceso -lleva más de 800 días encarcelado-.

La lectura del acta del jurado, en cambio, sí motivó que algunos de los familiares de la fallecida, presentes durante todo el día en el Palacio de Justicia, rompiesen a llorar e incluso a alzasen la vista al cielo en recuerdo de la víctima. Más de dos años después de la muerte violenta de la hostelera gijonesa Sonia Meléndez Mitre, a los 48 años, el jurado le ha puesto nombre y apellidos al responsable: Abdou Ndiaye, el hombre que durante varios años trabajó como encargado de los negocios hosteleros en el barrio del Carmen. No obstante, el jurado declinó aplicar la agravante de parentesco. Pero la familia de Sonia Mitre no fue la única a la que se le escapó el llanto, también lloró una de las miembros del jurado popular tras el pronunciamiento colectivo que culpó a Makelele de asesinato por siete votos a favor y dos en contra.

No obstante, cabe señalar que la defensa recurrirá la sentencia, un texto que en los próximos días elaborará y fallará el presidente de la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias en base a la valoración del jurado popular. Por tanto, esta decisión del tribunal popular no es firme.