Sobre una muestra de 18.000 comunicaciones de gijoneses realizadas entre enero y noviembre de 2017 con distintos departamentos del Ayuntamiento de Gijón sólo dos fueron en asturiano. Un porcentaje que le sirvió ayer al edil popular Pablo González para asegurar que "no existe una demanda real del uso del asturiano. Así lo dicen los ciudadanos por la vía de los hechos".

En pleno debate sobre los avances en la cooficialidad, el PP había solicitado información en todos los ámbitos del Ayuntamiento para cuantificar el uso de la llingua. En la primera documentación recibida sólo se encuentra un escrito en asturiano entre los 1.021 recibidos por el departamento de quejas y sugerencias y otro entre las 64 quejas y felicitaciones contabilizadas por Divertia. No se usó el asturiano ni entre las 3.867 solicitudes de la renta social, ni en las primeras 297 alegaciones al Plan General de Ordenación ni en los más de 5.000 escritos cotejados respecto a autoliquidaciones o recursos a multas y sanciones.

Con estos números en la mano el PP lo tiene claro: "la implantación del plan de normalización del asturiano en el Ayuntamiento ha fracasado estrepitosamente". Y por ello la propuesta del PP es derogar ese plan y dedicar los 400.000 euros al año que se le vinculan a otros proyectos de promoción de la cultura asturiana. "La que nos representa a todos, la que va más allá de esa llingua de laboratorio que algunos quieren imponer", denunció González para quien la reivindicación de la cooficialidad está impulsada por una red clientelar que busca sacar réditos económicos de un uso obligatorio del asturiano. El PP se muestra especialmente sensible con las necesidades del Pueblu d'Asturies.

El edil popular, acompañado en su comparecencia por sus compañeros Sofía Cosmen y Mariano Marín, fue crítico con la actitud en este tema de un Foro que considera "está preso de las políticas de la extrema izquierda. Eso en el mejor de los casos".