El juicio contra Abdou Ndiaye -el senegalés de 35 años conocido como Makelele y único acusado por la muerte de la hostelera gijonesa Sonia Meléndez Mitre, fallecida de forma violenta el pasado 16 de julio de 2017- encaró ayer su recta final con las conclusiones del ministerio fiscal y la acusación particular, que ejerce la familia de la víctima. De una u otra forma, ambas acusaciones invirtieron más de dos horas y media con la misma consigna: convencer al jurado popular de que el único responsable del crimen fue Makelele porque fue él "la única persona que tuvo móvil, ocasión y oportunidad de preparación de la muerte", en palabras del fiscal. Tras tantos mensajes de culpabilidad -bajo diferentes argumentos-, se esperaba en la sala la versión de la defensa para transmitir el por qué de la inocencia de Makelele. Pero cuando su letrada, Ana Gloria Rodríguez, iba a tomar la palabra -pasaba el reloj de las 14.30 horas- el tribunal de la sección octava de la Audiencia Provincial optó por suspender la vista, que se reanudará esta mañana. Es por ello que los nueve miembros del jurado -más dos suplentes- deberán esperar a escuchar la otra versión mientras maduran la información ayer recibida.

Antes del aluvión de argumentos favorables a condenar al acusado, la cuarta sesión del juicio contó con la declaración de varios especialistas que vinieron a confirmar lo que días atrás declaró la Policía. Los primeros testimonios fueron de dos peritos calígrafos, los que examinaron la nota manuscrita que apareció en casa de Sonia Mitre cuando se encontró su cuerpo sin vida. El informe pericial concluyó que la nota -en la que se leía: "Mucho tiempo nosotros detrás de ti y de tu negro"- había sido escrita por el acusado "sin género de dudas". Por medio de videoconferencia, también declararon funcionarias del Instituto Nacional de Toxicología, que confirmaron la existencia de restos de semen de Makelele en el cadáver de Sonia Mitre, mientras que agentes de la científica de Madrid, también por vídeo, ampliaron la presencia de restos biológicos del procesado en la parte interior de las bragas que la víctima llevaba cuando apareció sin vida.

Fue este último extremo, corroborado ayer en sede judicial, uno de los argumentos que empleó el fiscal del caso, Luis Miguel Llorente, en su alegato final. "El primer día les dije que tenía la convicción de que el acusado era criminalmente responsable y hoy (por ayer) no sólo se ha reforzado esa convicción sino que tengo la certeza de su responsabilidad", comenzó diciendo. El fiscal se fundamenta en que las explicaciones de Makelele están llenas de "silencios sonoros, manifestaciones falsas o, si lo prefieren, mentiras clamorosas incluso entre sus propias declaraciones".

El fiscal citó como ejemplo "las tres respuestas distintas" que dio Makelele sobre dónde estaba en la franja horaria en que se establece la muerte de Sonia Mitre -la policía la sitúa entre las 15.30 y las 16.06 horas mientras que los forenses entre las 16 y 17 horas-. "El lunes dijo aquí que estuvo comiendo en su casa; cuando la policía le tomó declaración dijo que tomando un café en 'La Bocana' -en frente del local propiedad de Mitre- y a otro testigo que venía del gimnasio", describió el fiscal, que también destacó que el acusado insistiese en que no se había cambiando en todo el día de ropa cuando, "en realidad se ha demostrado que lo hizo hasta en tres ocasiones".

Otro de los aspectos en los que hizo hincapié la fiscalía fue en las antenas de telefonía, que sitúan al acusado en las inmediaciones del domicilio, en El Lauredal, en la zona oeste, cuando él aseguró no haberse movido del Centro. "Nadie le vio allí porque no estuvo allí", incidió. Además, destacó cómo la señal del móvil se va acercando, de antena en antena, hasta el barrio del Carmen, con Mitre ya fallecida. Lo que no pudo explicar el fiscal, ni tampoco la policía, fue cómo entró Makelele en la vivienda de la víctima por lo que conjeturó al respecto con que si o bien tenía llaves o bien fue ella quien le abrió la puerta. En todo caso, "el acusado estuvo con Sonia en su casa el día que murió".

Ítem más, Makelele "dijo que hacía más de diez días que no mantenían relaciones sexuales" con la hostelera "cuando las pruebas revelan restos biológicos en las bragas que ella llevaba puestas cuando la encontraron", incluyó el fiscal en su exposición. Por último, en lo que se refiere a la diferencias entre las conclusiones policiales y a la versión del procesado, incluyó que mientras que Makelele dijo no tener conocimiento de la nota manuscrita que apareció en casa de Mitre, con ella ya muerta, "las pruebas han demostrado que la escribió él" y, a mayor abundamiento, que había restos también de una prostituta de Oviedo con la que el reo mantuvo relaciones sexuales el 15 de julio de 2015, el día anterior a los hechos.

En el epílogo de sus conclusiones, el fiscal añadió una nueva agravante al delito de homicidio. De inicio citó la agravante de parentesco y por razón de género -desarrolló ambos conceptos ante el jurado nutriéndose los testimonios de los familiares y amigos- y ayer incluyó el de abuso de superioridad al entender que si bien el ataque provino de una persona "fuerte y corpulenta", entiende que, "aunque mínima", Sonia Meléndez Mitre sí tuvo oportunidad de defenderse. Llorente concluyó pidiéndole al jurado que aplicasen la justicia que merece Sonia y la que merece Makelele en su decisión".

Por su parte, la acusación particular hizo suyos muchos de los argumentos de la Fiscalía aunque no todos, pues en su caso califica los hechos de asesinato al entender que hubo alevosía pues "Sonia no tuvo ninguna posibilidad alguna de defensa". En palabras del letrado, José Joaquín García, "hubo un plan urdido por Makelele" para cometer el crimen. Esta mañana será el turno de la versión de Ana Gloria Rodríguez, la abogada defensora para dejar paso después a la deliberación del jurado, que deberá determinar si lo anteriormente expuesto es suficiente para enviar a la cárcel al acusado, que tendrá hoy el derecho al uso de la última palabra.