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El área cifra en 361 las jubilaciones de todos los niveles sanitarios en tres años

Sólo las categorías de enfermeras y de facultativos, tanto de atención primaria como de especializada, perderán unos doscientos efectivos hasta 2020

El grupo de jubilados en 2017, en la foto de familia en Cabueñes. J. P.

El hospital de Cabueñes cumple este año sus cinco décadas de actividad siendo como es el centro heredero de lo que en su día nació como Residencia José Gómez Sabugo. Una residencia que inicialmente se pensó como enfermería para los alumnos de la Universidad Laboral y que para cuando abrió en agosto de 1968 ya tenía otra orientación: la de ser residencia materno-infantil con las únicas especialidades de maternidad y pediatría.

Sólo tuvieron que pasar unos pocos años para que se crearan más de 400 camas de hospitalización y se viera claro que ese centro debía ser el hospital comarcal de referencia para la atención de procesos agudos. Con esa historia en mente no es extraño que las cuentas salgan fácil y sea ahora, cuando muchos trabajadores sanitarios acumulan entre 30 y 40 años de servicio al sistema sanitario público, cuando al área de Gijón -como otras muchas de Asturias, por otra parte- se le acumulan las jubilaciones y sobre todo en el hospital de Cabueñes está instaurada la sensación de haber entrado en un proceso de rejuvenecimiento brutal.

El acto de homenaje a los jubilados del área V tenía el jueves 103 protagonistas convocados: 29 extrajabadores de Atención Primaria y 74 de especializada. Por categorías, las enfermeras eran el grupo más abundante, con 35 despedidas; le seguían las auxiliares, con 25 integrantes, y los facultativos, con 19 jubilados. Y la tónica se mantendrá en los próximos años, e incluso se intensificará.

Una revisión de la plantilla del área, en todos los niveles y categorías, arrojó a finales del pasado año una estimación de que habrá casi 400 jubilaciones contando desde el último trimestre de 2017 hasta finales del 2020. Una treintena se correspondían con el final del pasado año; 96 están previstas para este 2018; 110 para el próximo 2019 y 155 para el año 2020. Y eso, contando sólo al personal que en esas fechas cumplirá 65 años, y sin tener en cuenta que son muchos los profesionales que ahora que pueden, y precisamente por temor a que cambie la norma, piden entrar en la jubilación adelantada cumplidos los 63 años. De ahí que las cifras sean sólo estimativas, porque podrían incrementarse. O reducirse ligeramente si, como se había anunciado, la sangría de pérdida de médicos -sin relevo claro en todas las especialidades- calculada para los próximos años puede llevar a la Consejería de Sanidad del Gobierno del Principado a relajar la norma que ahora obliga a las despedidas con 65 años y posponerla, si el ineresado acepta, incluso hasta los 70 años.

En los próximos tres años en el área de Gijón la previsión es que sea el grupo de facultativos el que más bajas sufra: 48 especialistas de área, 2 pediatras, 8 médicos de Urgencias y 45 facultativos de Primaria. Le seguirán las enfermeras, donde se prevén más de 90 jubilaciones; y en el grupo de axiliares de enfermería habrá que sumar más de 80. En el grupo de los auxiliares administrativos habrá más de una treintena de bajas, y entre los celadores una veintena. Le seguirá, en número de jubilaciones, los pinches del hospital, con diez bajas previstas; cinco más entre las planchadoras, y lo mismo entre los técnicos de Rx y Laboratorio y los grupos administrativos de la Función Administrativa.

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