De los errores del pasado se aprende y una de las enseñanzas de la anterior prórroga presupuestaria fue optar por la firma de convenios nominativos de carácter plurianual para no dejar cada año en el limbo de las inclemencias políticos los recursos municipales que son el sustento de gran parte de las entidades sociales, deportivas y culturales de la ciudad. Entidades, por ejemplo las de carácter social, que hacen un trabajo que no puede hacer de manera directa el Ayuntamiento.

Por esto, en la nueva prórroga sólo se han quedado fuera de las listas inicial del año 2017 unos cuarenta convenios nominativos entre los que se firman desde el Ayuntamiento y los que corren a cuenta del Patronato Deportivo y las fundaciones de Cultura y Servicios Sociales. Son acuerdo cuya temporalidad, un año, no les garantiza la prórroga.

Y son una minoría respecto a los más de 120 que se prorrogan con normalidad y teniendo en cuenta, por ejemplo, que algunos tan sustanciosos como el convenio de apoyo al Sporting o el vinculado a la entidad que gestionaba el servicio de Protección Civil ya no tenían razón de ser. El primero por decisión del Sporting y el segundo por un mandato del gobierno forista que ya está analizándose en los tribunales.

En el capítulo de convenios del Ayuntamiento se caen todos los que tienen que ver con Medio Ambiente -de poco costo económico los cuatro-, el de la Unión Cívica de Consumidores y tres relacionados con el área de Desarrollo Empresarial y que afectan a Femetal, Asetra y la Cámara de Comercio. Tampoco hay una prolongación automática para las subvenciones que reciben las federaciones vecinales y varias entidades educativos que apoyan con recursos del Ayuntamientos proyectos específicos. El ajuste cultural repercute en la Banda de Música y la "Semana negra" entre otros once convenios directos del Ayuntamiento que se frenan.