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La lonja de Gijón crece en ventas por el peso de las descargas de caballa, bonito y gallo

La Federación de Cofradías advierte de que el balance de 2017 no refleja la realidad del sector: "Hubo menos pescado y precios más bajos"

La lonja de Gijón crece en ventas por el peso de las descargas de caballa, bonito y gallo Ángel González

La lonja de Gijón crece en ventas pero no al ritmo de hace dos años, según el balance de 2017 publicado por la dirección general de Pesca. Las descargas de caballa, bonito y gallo tiraron por la rula, que facturó 11,2 millones de euros en los últimos doce meses. El importe supera en más de un millón al alcanzado en 2016, pero se queda atrás del de 2015, cuando las subastas en El Musel dejaron un beneficio económico de 13,06 millones, y todavía más lejos del de 2007, con más de 16 millones. Los kilos de pescado comercializados el pasado año fueron 5.404.525,38, con especial subida en crustáceos y moluscos. El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores del Principado de Asturias, Dimas García, advirtió ayer en Gijón que las estadísticas no reflejan la realidad del sector regional: "En 2017 hubo menos pescado que nunca y precios más bajos".

García vinculó entonces la mejora de la lonja gijonesa con la actividad de barcos foráneos, especialmente boniteros. Ello explicaría también, a su juicio, el máximo histórico de ventas registrado en la rula de Avilés, con 38 millones de euros, seis más que en el anterior ejercicio. Por especies, Gijón descargó el año pasado 9.697,06 kilos de crustáceos, fundamentalmente buey (6.791) y centollo (1.950,91), 310.576,76 kilos de molusco, y 5.307.110,07 de peces. La xarda, el bonito del norte y y gallos lideran la tabla en cuanto a beneficios: en total, 7,16 millones. Sólo estos tres pescados ya representan más de la mitad de las ventas generales.

Si nos fijamos en las descargas de peces, este año hubo 363.259 kilos menos. Bajaron las subastas de besugo, brotola, jurel, merluza y salmonete de roca, y subieron en cambio las de botona, xarda, chopa, dorada y lubina, entre otras. En 2017 se vendieron 189.804,40 kilos de bocarte, una especie que no figura en las estadísticas de 2016, año en el que sí se comercializaron 19,7 kilos de angula. En el apartado de crustáceos, el centollo aumentó más del doble con respecto al ejercicio anterior, mientras que la gamba sigue siendo insignificante con tan sólo 30 gramos. Por último, en lo que respecta a los moluscos, las capturas de pulpo cayeron, mientras que la de pulpo cabezón aumentaron casi el doble. La venta de volador sigue dominando esta parte de la tabla, aunque su subasta descendió ligeramente.

Dimas García, también patrón mayor de la cofradía de Tazones, cargó ayer contra los recortes en la pesca -principalmente en las cuotas de xarda y merluza-, que alimenta el decaimiento del sector pesquero en Asturias. "No podemos pescar nada, nos tiene cada vez más controlados y somos menos barcos... Como no nos den una alegría con los cupos, esto se acaba", expresó en este mismo sentido el patrón mayor de la cofradía Virgen de la Soledad, Jesús Teleña. El vicepresidente a su vez de la Federación de Cofradías aseguró ayer que el número de embarcaciones, actualmente de dieciséis en Gijón, bajó "muchísimo".

Teleña se mostró especialmente crítico con el Ministerio de Fomento, del cual depende el puerto gijonés, por no atender sus demandas en materia de infraestructuras. "El Musel no tiene nada de nada", protestó para añadir a continuación: "En otros puertos se hacen mejoras porque dependen del Principado. Nosotros pertenecemos a Puertos del Estado y no nos ayudan nada". Una de sus viejas reclamaciones es la colocación de un carro para amarrar las embarcaciones. "Aquí no tenemos nada, sólo este chiringuito", insistió abatido en referencia al local que ocupa la cofradía en El Musel. En este contexto, el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores exigió más dragados en los puertos así como reparar los daños causados por el último temporal.

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