Las desavenencias entre dos socios de una empresa gijonesa dedicada al mantenimiento de áreas verdes llegó ayer la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias después de que una de las partes lograse sentar en el banquillo a su exsocio, para el que hasta la Fiscalía solicita su libre absolución. No obstante, la demandante -que ejerció de administradora de la sociedad entre 2010 y 2013 según el Ministerio Público-, acusa a su antiguo socio de dos delitos, uno societario y otro de apropiación indebida de más de 290.000 euros por los que interesa una condena de cuatro años de prisión -dos años por cada uno de los delitos- y el pago de una indemnización de más de 67.000 euros.

El procesado sostuvo en la primera sesión de la vista oral, celebrada ayer en audiencia pública, que su exsocia y ahora demandante era la encargada de llevar las cuentas de la sociedad por lo que era conocedora y responsable de las actividades laborales, contables y fiscales de la misma. "Ella archivaba las facturas y yo no vi un sólo papel que no pasase por sus manos", declaró ayer el acusado entre lágrimas. "No sé por qué estoy aquí", le dijo al juez. También defendió que su exsocia contaba incluso con autorización para las cuentas bancarias de la empresa y trato directo con la empresa de asesoría externa que llevaba las cuentas.

La demandante, por su parte, relató una historia diferente e incluso criticó el trato vejatorio al que fue sometida durante el tiempo en que trabajó al lado del acusado. "Era violento conmigo y me dijo que me quería ver en una cuneta", explicó la otra socia que, a pesar de estar titulada en ciencias empresariales, aseguró desconocer cómo llevar las cuentas de una empresa.

La Fiscalía, en cambio, no ve indicios de delito en los hechos encausados y también requiere la libre absolución del procesado. El juicio continuará esta mañana.