Parece que siempre se habla de los cuidados corporales en la primavera, cuando ya se ve que el verano está cerca. Sin embargo, es después de las navidades cuando recibo más consultas corporales, pues son fechas que suelen ir ligadas a excesos gastronómicos.
El único camino para mantenerse sano y perder peso es la reeducación nutricional; nada de dietas, el primer paso es cambiar los hábitos alimentarios para siempre y, para ello, es importante ponerse en manos de un profesional. Y la segunda parte del binomio, es la actividad física, la cual debemos integrar en nuestra vida de una manera natural y normalizada.
Aunque pueda parecernos algo obvio, hoy en día, aún hay quien cree, o quiere creer, que puede saltarse esos dos primeros pasos. Cada día tengo esta conversación con algún cliente cuando lo que vienen buscando son soluciones milagrosas, pero en los cuidados corporales no hay atajos, como todo en esta vida, hay que ser constante. O sea, que hay que poner todas las armas disponibles a nuestro alcance, e intentar, además, disfrutar de cada una de ellas.
Afortunadamente, cada vez son más las personas que establecen objetivos a largo plazo, lejos de la estresante "operación bikini", e intentan mejorar su calidad de vida mediante la adopción de hábitos saludables y cuidados de belleza durante todo el año. Y ahí está la clave, en dejar de pensar que la belleza es un sprint.
El mundo de la estética ha mejorado muchísimo en los últimos años. Los tratamientos de belleza corporal cada vez son más efectivos, incluso más rápidos. Últimamente he observado cómo se consiguen mejores resultados y en un tiempo menor.
Como cada caso es diferente, siempre se requiere una valoración inicial, para poder pautar el programa corporal más adecuado. Además, los programas "están vivos", es decir, se van conformando a medida que avanza el tratamiento y se van viendo las respuestas. Es cierto que en ocasiones se emplea una misma tecnología durante varias sesiones, pero en otras conviene alternar desde el principio, y, en ocasiones, directamente se combinan varias en la misma sesión. Cada paciente es único y diferente.
Mi recomendación en tratamientos corporales:
Prothermic. Sirve para conseguir un equilibrio perfecto del cuerpo, recuperando las funciones que se van deteriorando como consecuencia del paso del tiempo, y me encanta porque es un equipo multifunción. Permite trabajar con cuatro tecnologías de forma simultánea. No es una plataforma que contiene varias cosas y que usas una u otra, no. Se emplean todas a la vez, y eso es precisamente lo que hace que los resultados sean más rápidos y se reduzca el número de sesiones necesarias. Está indicado en casos de remoldelado corporal, celulitis y reafirmación.
Bioslimming. Ideal para remodelar la silueta, reducir los contornos, eliminar la celulitis y reafirmar la piel, este sistema es de los tratamientos que desde que lo probé, supe que se quedaría con nosotros durante mucho tiempo. Es una fórmula única que combina extractos de plantas y algas, aceites esenciales, cafeína y termoagentes calientes y fríos. Fundamental escoger el perfil corporal adecuado para sacar el máximo partido a este tratamiento, que es mucho más que una envoltura.
Ondas de choque. Las ondas de choque son ondas acústicas que se llevan empleando en el mundo médico muchos años. Sus beneficios y resultados han hecho que sus usos se extiendan a la belleza, como ya ha ocurrido con otras tecnologías. Tienen la capacidad de propagarse por los tejidos y su efecto mecánico produce una cascada de beneficios para el cuerpo. Permiten tratar la celulitis de grado uno, dos y tres, así como reafirmar tejidos y tratar la grasa localizada. El número de sesiones depende del caso a tratar y, aunque se suele realizar una sesión a la semana, puede intensificarse con dos durante las dos primeras semanas, si así lo consideramos oportuno.
Los tratamientos de belleza corporales son un verdadero placer que todos deberíamos probar y sus resultados, si vamos de la mano de un profesional, son asombrosos.
En definitiva, todos deberíamos decir sí a #bellezaconcabeza, a una belleza honesta, donde el asesoramiento de profesionales es la guía necesaria en el proceso de empezar a cuidarse. Y merece la pena, porque el objetivo es sentirnos bellos, pero sobre todo, cuidados y sanos.
