"Producir, pensar y crear" son las tres patas fundamentales en las que se apoya el plan de usos que ayer presentó la Plataforma Tabacalera para el emblemático edificio del barrio alto. Un documento en el que se reserva 1.330 metros cuadrados para la construcción de un museo arqueológico que albergaría la planta baja, para "preservar y revitalizar los aspectos identitarios, que ejemplifican el pasado del barrio y la ciudad desde su origen romano, su época conventual o su actividad fabril".

El plan de usos presentado es el fruto de dos años "de trabajo y diálogo con colectivos de la ciudad" y en el que también se integran las conclusiones del proceso participativo encargado por el Ayuntamiento en el que participaron más de 1.300 personas. La idea es que Tabacalera se convierta en "un lugar de trabajo, disfrute y referencia, que dinamice y revitalice".

Para ello, se pretende utilizar las cuatro plantas que componen el edificio -sótano, bajo, primera y segunda- con mínimas modificaciones como ampliar la entrada de servicio del sótano. En el nivel subterráneo se centrará la producción, con talleres audiovisuales, locales de ensayo o talleres para elaborar el propio mobiliario del edificio.

La planta baja será la que acoja el uso museístico, además de un espacio polivalente en la capilla, a modo de "barrio bajo techo", donde tendrán lugar actividades culturales como conciertos, convocatorias ciudadanas o charlas. La explanada que en un futuro podría acoger un nuevo edificio anexo a Tabacalera, acogería un mercado de proximidad o un parking de bicicletas adaptadas.

En la planta primera tendría su espacio las oficinas del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX), que será una "locomotora que articule propuestas cinematográficas", pudiendo tener incluso hasta una sala con proyecciones permanentes durante todo el año. También se acomodará aquí "La Cocina", un espacio de interacción entre instituciones y ciudadanía. Una biblioteca y espacios colaborativos completarán la extensión.

La última planta será la encargada de "mostrar Tabacalera", con espacios diáfanos y modulares para exposiciones o un auditorio con capacidad para 300 personas. Igualmente, acogerá un centro cultural de proximidad en el que se pondrá en valor la figura de las cigarreras como "ejemplo de tradición fabril y solidaria de Gijón".

El edificio se gestionará siguiente el modelo de cooperativa público-privada para "preservar la independencia e identidad de los actores pero crear sinergias entre ellos".

Desde la plataforma se quiso advertir que "construir antes de decidir el uso hace que se esté gastando más dinero del necesario en hacer cosas que no harían falta o serían contraproducentes", recordando al Ayuntamiento que "sin ningún lugar a dudas, hace falta un plan de museos, las cosas no se pueden hacer así".