El reciente hallazgo del cuerpo sin vida de Diana Quer -la joven asesinada en la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal en 2016- parece haber generado una psicosis colectiva en lo que a agresiones sexuales se refiere. A ello también contribuyó notablemente el caso de la "Manada", en Pamplona, durante los pasados Sanfermines. Tan es así que el servicio de Serenos de Gijón duplicó los acompañamientos nocturnos a mujeres jóvenes en las semanas siguientes a la vuelta a la actualidad del "caso Quer". No obstante, desde este colectivo sostienen que Gijón sigue siendo una de las ciudades más seguras del país, en relación al número de habitantes, pero confirman que perciben que la ciudadanía, en especial las mujeres, han tomado más conciencia y prevención. "Se nota una mayor precaución, las peticiones de acompañamiento han aumentado un cincuenta por ciento desde que apareció el cuerpo de Diana Quer", explican desde Serenos Gijón.

El de acompañamiento quizás sea la labor menos conocida de este colectivo que recuperó su función en 1999 y cuenta ahora con 35 trabajadores que peinan las calles de la ciudad durante 364 días al año -descansan sólo el 18 octubre, día de la festividad del sereno- desde las 23 horas hasta las siete de la mañana. Existen acompañamientos de dos tipos, los fijos, con periodicidad diaria durante todo el mes, y los esporádicos. Ambos surgieron a petición popular.

En cuanto al primer grupo, Serenos de Gijón cuentan con una decena de clientes, especialmente trabajadoras en la hostelería, que requieren sus servicios de acompañamiento cuando, a altas horas de madrugada, concluyen su labor. "Todos disponen del teléfono nocturno y, cuando acaban de trabajar, llaman para que les vayamos a recoger", explican. A unos les llevan hasta el coche y a otros, incluso, hasta el portal. También sucede al contrario, una de sus clientas es una limpiadora que entran a primerísima hora de la mañana en su empleo y requiere que la acompañen desde casa al trabajo. El coste no llega a los quince euros mensuales.

Dentro de este tipo de amparo también son muchos los dueños de establecimientos que en ocasiones puntuales solicitan este trato preferente, en especial aquellas veladas en que acuden a ingresar la recaudación en un cajero automático. Para ellos, como clientes, el servicio es gratuito.

Pero en las últimas semanas han notado un aumento considerable en las solicitudes de mujeres, especialmente adolescentes, dentro de un rango de edad inferior a los cuarenta años. Proliferan estas demandas, sobremanera los fines de semana. "Pasamos de tener una petición cada quince días a más de cinco o seis", advierten. "El otro día se acercó una joven a un sereno porque decía que la estaban siguiendo y entonces la acompañó; después otra que aseguró que un borracho estaba tras ella; se notó mucho el incremento", avalan desde el colectivo. Bien es cierto que, dentro de su labor, también está la de interesarse por cada persona que encuentran que puede necesitar ayuda por su estado etílico, aunque muchas veces declinan cualquier tipo de colaboración. No obstante, es frecuente encontrarse a personas de avanzada edad y desorientadas a las que tratan de proteger.

Servicios a la ciudad

Servicios a la ciudadMás conocida es la labor de atención a establecimientos de la ciudad. Revisan puertas, ventanas y luces de los locales, incluidas las que los comerciantes tienen programadas en sus escaparates para apagarse a una determinada hora de la madrugada. Día sí y día también se encuentran puertas abiertas e incluso las llaves en la cerradura. Otra de las facetas es lo que llaman servicios públicos y en el que velan por el patrimonio de la ciudad o la iluminación, por ejemplo, o con servicios municipales como Emulsa. También colaboran con la policía alertando de cualquier incidente que detecten en sus rondas.

El área de actuación está circunscrito a la zona Centro y los barrios de Cimavilla, Laviada, El Coto, La Arena, El Llano, El Natahoyo y La Calzada. Ahora se encuentran en negociaciones para extender servicio a Nuevo Roces, donde sus vecinos llevan tiempo demandándolo. De llevarse a efecto -se han iniciado las primeras conversaciones- supondría incrementar en tres empleados la plantilla.