Se ganó la confianza de una menor aprovechando la discapacidad intelectual de su víctima. Engatusó a una niña gijonesa de 12 años -con la que contactó a través de un chat de internet- para mantener relaciones sexuales con ella hasta en tres ocasiones. Al menos. Luego, trató de convencerla para que se fuera a vivir con él a Barcelona. Ahora, este vecino de la Ciudad Condal, nacido en 1970, deberá responder por tres delitos contra la libertad sexual -uno por cada agresión sexual mantenida con la menor- que pesan contra él y por los que afronta una pena de 37 años y nueve meses de cárcel y el pago de casi 9.000 euros en concepto de multas e indemnizaciones por los daños causados.

Los hechos descritos tienen su origen en junio de 2014, cuando el procesado utilizó la plataforma digital "chatgratis" para contactar con la niña de 12 años, una menor "que presenta una inteligencia rozando el límite", según estima el ministerio fiscal en su escrito de acusaciones. Poco a poco logró ir ganándose su confianza, pero, tras sucesivos contactos en los que la invitó a que fue a verle a Barcelona, lugar de residencia del acusado, se desplazó él finalmente a Gijón. Era el 26 de julio de 2014 y concertó una cita con ella en un prado de las inmediaciones de la estación de tren del barrio de La Calzada. Allí ocurrió el primer episodio de abuso sexual perpetrado, eso sí, sin emplear fuerza ni violencia, según la Fiscalía. En agosto de 2014 volvió de nuevo a esta ciudad y reiteró nuevamente los mismos hechos.

El tercer encuentro entre ambos se produjo el 2 de diciembre de 2014. El procesado volvió a Gijón y se llevó a la niña a una pensión donde mantuvieron relaciones sexuales "sin emplear fuerza ni violencia como en las ocasiones anteriores", sostiene el ministerio público. Pero tras este encuentro todo se precipita al pedirle a la niña que dejase la casa de su padre y se fuera con él a vivir a Barcelona. Ella, sorprendida, contó a una tía suya lo sucedido. Rápidamente su tía puso en antecedentes al padre de la menor que se apuró a denunciar los hechos al día siguiente. Días después, el ahora procesado llamó por teléfono al padre de la niña y le amenazó diciendo "ya puedes salir a la calle con guardaespaldas", por lo que también afronta el cargo de un delito de amenazas.

El relato de hechos de la Fiscalía sostiene que la menor "no ha presentado secuelas de momento" por estos episodios, lo que no excluye -advierte- de "que puedan aparecer en el futuro, afectando a su vida sexual, social y afectivo emocional". Por todo lo expuesto, el fiscal considera los hechos constitutivos de, al menos, tres delitos de abuso sexual por el que exige tres penas de doce años de prisión cada una (36 años en total); otro delito contra la administración pública, en este caso solicita un año de cárcel y multa de un año con cuota diaria de ocho euros (2.880 euros); y otro delito de amenazas por el que interesa nueve meses de privación de libertad. También solicita el ministerio público el pago de una indemnización de 6.000 euros en favor de la menor.